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Pese al gran potencial conocido de energía eléctrica de nuestro país, la energía por uso biomasa (leña o carbón) sigue siendo del 29% del total producido. Principalmente se usa en los silos para el secado de granos, entre otras industrias. Este mercado, que actualmente aún puede utilizar las maderas disponibles, en mediano plazo deberá migrar de manera progresiva a usar únicamente madera reforestada, en una obligación a ser establecida por ley.
Esto hace que invertir en reforestación vaya volviéndose algo atractivo para muchos sectores -no solo el maderero-, incluso el ganadero, que se ve tentado a probar otras formas de producción como la silvopastoril.
La ley establece incentivos para las plantaciones forestales, pero definir el “proceso de certificación” se debe terminar de reglamentar y debería empezar a regir desde el próximo año, indicó Víctor Yambay, titular del Instituto Nacional Forestal (Infona), sobre el proceso progresivo de paso a uso de madera 100% reforestada.
“Estamos fomentando el negocio de la reforestación, que es bastante rentable; hay mucha gente que se está sumando, mucha gente interesada. Los propios ganaderos están implementando el uso de eucalipto justamente porque ven los beneficios de la plantación para la producción ganadera, porque ven que se mejora la producción de la pastura, ya que la raíz llega más profundo, cae la hoja y eso fertiliza aún más el pasto”, explicó Yambay.
Además de los beneficios indirectos, como incentivos fiscales para los propietarios de terrenos reforestados, la madera reforestada sigue siendo un producto bastante rentable, tanto para el uso como madera como para biomasa. Actualmente, se estima que existen unas 120.000 hectáreas reforestadas.
“Hay aserraderos que hoy trabajan con eucalipto 100% reforestado, las laminadoras, que hacen madera terciada y placa”, además de las que venden la madera para biomasa, y esto incluso implica un costo menor para ellos, según Yambay.
Desde el sector bancario, el Banco Nacional de Fomento incluso tiene una línea de crédito específico para quienes quieran invertir en reforestación. El mismo establece intereses del 15% y un plazo de hasta 7 años para reforestar madera nativa o exótica. Sin embargo, recientemente desde el sector maderero se reclamaba una falta de mayores alternativas crediticias.
El titular de Infona reconoce que por el momento tienen estudios especializados en la plantación de eucalipto, por lo “que recomendamos plantar ese árbol. Tenemos análisis del sector privado para el desarrollo maderero, entonces por todos los datos lo que recomendamos es el eucalipto; de hecho, representa el 95% de las plantaciones; el resto es pino y otros”.
A futuro incluso existen programas internacionales como el de ONU REDD+, que paga cuotas a los países por superficie de terreno forestado; pero para acogerse a esos beneficios aún falta concretar el “proceso de certificación” de los terrenos forestales. “Estamos por empezar la primera etapa”, remarcó Yambay.
Pese a tener perspectivas de crecimiento, lo que no decae es la deforestación. Según datos de Infona, del 100% de madera talada, entre 3 y 5% corresponde aún a talas ilegales; el resto a programas de cambio de suelo aprobados por las autoridades. De todos modos, esa cifra de deforestación, si bien es menor a años anteriores, "no es pequeña", afirmó Yambay.