Directores, jefes de departamento, coordinadores, auxiliares y hasta auditores figuran en la nómina de quienes perciben remuneraciones de docente investigador en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (FIUNA), sin que cumplan esa función.
Un relevamiento de datos demostró que de los 72 funcionarios de la casa de estudios que perciben remuneraciones de investigadores, las más altas dentro del escalafón docente de la FIUNA, solo 18 cumplen esa función. Entre los restantes 54 aparecen varias personas que ocupan cargos administrativos. Eso sí, todos están o estuvieron bien ubicados con quienes detentan o detentaron alguna vez el poder.
Uno de los casos más llamativos es, sin lugar a dudas, el de Hugo José Florentín Venialgo quien percibe G. 4.230.500 en el rubro de docente investigador y mensualmente cobra un total de G. 8.508.734. Sin embargo, el rubro de docente investigador le fue asignado en realidad para pagarle por otra función, la de jefe del departamento de transporte de la casa de estudios.
Florentín Venialgo además tiene varios rubros como profesor. Por otra parte, también recibe una remuneración mensual de G. 12.619.164 en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde figura como jefe de unidad. Esta serie de cuestiones hacen dudar de que pueda realmente cumplir con todas las asignaciones que recibe.
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Este no es el único caso en el que un rubro de investigador es utilizado para pagar remuneraciones de personal administrativo o personas que nada tienen que ver con la investigación.
Entre los más de 70 funcionarios que perciben sueldos de docentes investigadores aparecen, por ejemplo, los directores de las siete carreras de la FIUNA que perciben las asignaciones sin realizar investigaciones y que en realidad cumplen funciones administrativas.
La lista comienza con Juan Carlos Ahrens, quien percibe G. 4.997.500 como remuneración de docente investigador, cobrando un total mensual de G. 7.358.490. La cuestión es que en realidad él cumple funciones como director de la carrera Mecatrónica y no realiza investigación alguna.
Ahrens es uno de los hombres cercanos al actual decano de la FIUNA, Éver Cabrera, con quien trabajaba en el INTN, donde éste último era director. Curiosamente, Ahrens fue nombrado director de una carrera en la que no enseña.
Después llega Orlando Benítez Gómez, director de la carrera Ingeniería Mecánica, quien percibe G. 4.997.500 en remuneración como docente investigador y recibe un total de G. 8.784.568 al mes.
Entre los directores investigadores aparece también Néstor Cabral Antúnez, titular de la carrera Ciencias Geográficas. Este hombre, cercano al entorno no solo de Cabrera sino también del exdecano Isacio Vallejos, percibe una remuneración de G. 4.997.500 como docente investigador y mensualmente cobra un total de G. 8.784.568. Como si ello no fuera suficiente, fue uno de los más beneficiados por los millonarios convenios que firmó la facultad en varios momentos. Pero de esa historia ya le contaremos más adelante.
En una situación similar se encuentra el director de Ingeniería Industrial, quien cobra mensualmente un total de G. 9.730.662, dentro de los cuales se incluye un rubro de G. 4.431.900 de docente investigador.
Otro de los nombres que figuran entre quienes poseen rubros de docente investigador es el de Benicia Silvera Franco. Quien recibe G. 4.997.500 en ese concepto y mensualmente cobra un total de G. 7.358.490.
Silvera Franco percibe el rubro de docente investigadora cuando en realidad es coordinadora académica de la sede de Ayolas de la FIUNA, donde fue destinada luego de las históricas manifestaciones de #UNAnoTeCalles.
El beneficio de percibir el rubro más alto de los docentes, a pesar de que ocupa un cargo administrativo en la realidad, le fue otorgado por el exdecano de la FIUNA, Isacio Vallejos. Silvera Franco era de confianza de Vallejos, quien la nombró como su Directora Financiera y ésta fue acusada por los jóvenes de cubrir muchas de las irregularidades.
Otra persona del entorno de Vallejos que también cobraba como docente investigadora era Sonia Emilce León Cañete, quien se desempeñaba como su secretaria personal. Actualmente ella percibe un total mensual de G. 7.425.600, gracias a varios rubros de “jefe de departamento”, rubros que recibe como “jefa de secretaría del Decanato”.
León no tuvo otra opción más que renunciar al rubro de investigadora poco antes de que se desataran las manifestaciones estudiantiles.
Estos son apenas algunos de los tantos casos en los que los rubros de docentes investigadores de la FIUNA son utilizados para el pago de personal administrativo o personas del entorno cercano de los decanos, hechos muy cuestionados por los estudiantes debido a la falta de manejos claros en la institución.
Al mes, la FIUNA destina G. 301.614.137 para pagar estos 73 rubros de docentes investigadores. Esto representa un gasto anual de G. 3.619.369.644 (alrededor de US$ 700.000). Pero de todo ese dinero, apenas el 25% realmente va destinado a los investigadores de verdad.
Directores de carrera, jefes de departamentos administrativos, auditores y hasta asistentes figuran en la nómina de quienes reciben los rubros de investigadores. La situación es grave si se tiene en cuenta que estos fondos se destinan de forma irregular para el pago de salarios administrativos.
De los casi G. 4.000 millones anuales que gasta la FIUNA en rubros de docentes investigadores, solo G. 880 millones llegan a quienes realmente cumplen esas funciones. Es decir, casi G. 3.000 millones se pierden todos los años.
Como si esto no fuera poco, cinco docentes que sí cumplen con el trabajo de investigadores deben percibir rubros inferiores debido a que el dinero que deberían cobrar va a parar a otras manos.
El rubro de docente investigador es el que representa los mayores pagos entre los docentes de la FIUNA, por encima de los docentes técnicos o los profesores de cátedras. Además, como la investigación no puede establecerse en un horario fijo, quienes reciben estos rubros gozan de cierta flexibilidad en sus horarios.
Todos estos beneficios tientan a quienes son cercanos a los estamentos de poder dentro de la Facultad de Ingeniería y quienes ocupan cargos importantes han utilizado estos rubros para beneficiar a sus entornos y conseguir cierta lealtad, que a la vez les brindó impunidad.
Mientras tanto, decenas de brillantes estudiantes, que regresan de posgrados en el extranjero gracias a becas por sus excelentes desempeños, no cuentan con espacios para sus investigaciones porque los rubros están destinados a cosas que, al menos para algunos, son más importantes.
ABC Color intentó acceder a la versión del decano de la FIUNA, Éver Cabrera; sin embargo, el mismo no respondió a las llamadas ni a los mensajes de texto.
Mañana: Más directores que carreras
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano
