¿El fin de los antibióticos?

El mal uso de los antibióticos pone en peligro a la humanidad y el medio ambiente, puesto que -aunque son capaces de combatir infecciones conocidas- están dejando de hacer efecto. Especialistas vaticinan un enorme retroceso en la cura de infecciones.

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¿Alguna vez tomó antibióticos sin prescripción médica? Cuando empezó a tomarlos, ¿los dejó solo por sentirse mejor sin completar la dosis? ¿Ha dejado de consumir antibióticos por prescripción médica para consumir alcohol? Si realizó alguna de estas prácticas, usted está contribuyendo a que la humanidad pierda el uso de los antibióticos y podría ser más grave de lo que imaginamos.

El pasado 2 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS)  publicó una nueva alerta sobre la pérdida del uso de los antibióticos, puesto que los agentes microbianos están adquiriendo mayor resistencia.

“La resistencia a los antibióticos es la capacidad que tienen las bacterias para defenderse del efecto letal de los antibióticos. Algunas pueden ser más resistentes que otras. Existen bacterias con resistencia innata contra algunos antibióticos y otras adquieren los mecanismos para defenderse y sobrevivir en presencia de los antibióticos”, explica el doctor Eugenio Báez, infectólogo de adultos.

Entretanto, aclaró que no solamente las bacterias pueden ser resistentes a los antimicrobianos, sino que los virus –por ejemplo el VIH–, microbacterias –como el bacilo tuberculoso–, parásitos, hongos y protozoarios pueden desarrollar también dicha capacidad.

La situación es de tal seriedad que el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostiene que, a este paso, la gente podría tener miedo nuevamente a contraer infecciones habituales, como la de las vías urinarias, e incluso a realizarse intervenciones quirúrgicas por falta de la protección que actualmente brindan los antibióticos.

Durante los primeros días de este mes, el área neonatal del Hospital Distrital de Ñemby fue cerrada por 15 días debido a la presencia de la bacteria KPC (Klebsiella pneumoniae carbapenemasa), resistente a los antimicrobianos. Hasta la fecha, siete bebés siguen internados debido a que contrajeron esta infección.

En 2012 se produjo una polémica en el Hospital Geriátrico de IPS, en el cual investigaban la muerte de aproximadamente 15 personas supuestamente por haber contraído esta bacteria intrahospitalaria.

El año pasado, en julio, médicos del IPS habían solicitado la auditoría del protocolo de limpieza en la institución tras la muerte de pacientes internados en terapia intensiva que fueron afectados por la bacteria KPC.

"Las infecciones por gérmenes resistentes son de ocurrencia más frecuente en los medios hospitalarios que afuera. Esto ocurre porque en el medio hospitalario los gérmenes están en contacto frecuente con múltiples antibióticos, lo que les da a ciertos microorganismos la posibilidad de desarrollar en algún momento algunos de los mecanismos que le permitan defenderse", explica el doctor Báez.

El especialista refiere que actualmente se describen varios mecanismos muy complejos por los cuales las bacterias adquieren resistencia a los antibióticos y muchos factores propician la aparición de estos mecanismos, entre ellos, el más importante: el uso innecesario o inapropiado de los antibióticos.

Algunos ejemplos son la utilización de antibióticos para tratamiento de cuadros virales de las vías aéreas como resfriadosbronquitis; automedicación y tratamiento con antibióticos de la bacteriuria asintomática.

En ese sentido, el farmacéutico José Cardozo, de Farmacología de la Dirección de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud Pública, señaló que muchas veces en Paraguay los médicos, en su afán de atender con rapidez a los pacientes, no realizan un diagnóstico correcto y recetan cualquier tipo de antibiótico que puede no ser el apropiado.

Al respecto, la OMS ha citado este punto como uno de sus principales desafíos. “El personal sanitario desempeña una función fundamental en la conservación de la capacidad de los medicamentos antimicrobianos. Su prescripción y administración inadecuadas pueden llevar a un uso indebido o excesivo, si el personal médico carece de información actualizada, no alcanza a identificar el tipo de infección, cede a la presión del paciente para prescribir antibióticos o se beneficia económicamente de la administración de los medicamentos”, reza el Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia Antimicrobiana (2015).

La OMS advierte que hasta el momento existen escasas opciones terapéuticas para combatir las infecciones resistentes a los antibióticos que, según apunta, son las mayores amenazas para la vida. Por ejemplo, la tuberculosis farmacorresistente causa aproximadamente 250.000 fallecimientos cada año.

El doctor Báez recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control de Enfermedades de los EE.UU. de América (CDC) han elaborado una lista de los gérmenes con mayor resistencia a los antibióticos actualmente identificados.

Entre ellos se encuentran la Enterobacter, el Estafilococo aureus, la klebsiella, las especies de Acinetobacter, la Pseudomonas aeruginosa y el Enterococo, agrupándolos bajo la sigla de ESKAPE. Existen, sin embargo, otros gérmenes no incluidos en esta lista pero que son también de mucha atención como el gonococo y la Escherichia coli multirresistente, el bacilo tuberculoso, la malaria, entre otros.

"Los agentes antimicrobianos se utilizan habitualmente en la agricultura y en la cría de peces y mariscos con fines comerciales. Para muchas personas son también preocupantes los posibles efectos de los antimicrobianos en el medio ambiente”, señala la OMS.

En mayo de 2015, la Asamblea Mundial de la Salud decidió elaborar un Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, debido a la crítica situación que podría significar la pérdida de los efectos curativos de estos medicamentos.

Uno de los objetivos principales del plan consistió primeramente en mejorar la comunicación para poner sobre aviso a las personas de los efectos del mal uso; enseñar la utilización óptima de los medicamentos antimicrobianos en la salud humana y animal, además de incentivar una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países para aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas u otro tipo de intervenciones efectivas.

En ese sentido, la OMS ha llevado a cabo campañas  de comunicación con carteles, infografías y videos –que son utilizados en este material– para concienciar sobre el riesgo de esta problemática. El año pasado, la semana de concienciación abarcó desde el 13 hasta el 19 de noviembre

Hasta el momento, “todos los hospitales y sanatorios cuentan con comités de control de infecciones, algunos más eficientes que otros, que tienen la obligación de poner en práctica todas las medidas de prevención actualmente en uso para evitar la ocurrencia de las infecciones nosocomiales, identificar la aparición de estos casos y monitorear que los mismos sean apropiadamente tratados. Esta estrategia reduce de manera significativa los brotes de infecciones intrahospitalarias pero no son infalibles”, expresa el médico infectólogo.

En ese marco, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSBS) de Paraguay, en base a los objetivos del Plan de Acción Mundial sobre Resistencia Antimicrobiana, está elaborando uno a nivel nacional.

En el proyecto están trabajando varias instituciones como el Ministerio del Ambiente (anteriormente Secretaría del Ambiente, Seam), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa).

Los representantes de estas instituciones se reúnen una vez por semana para concluir el proyecto que debería ser finiquitado para los primeros días de agosto, según José Cardozo, director de Fármaco-vigilancia del MSPBS. Refirió además que culminar este plan es de carácter urgente.

En cuanto a la problemática, señaló que las farmacias deberían vender antibióticos solo bajo receta médica, pero reconoció que en la práctica los negocios no cumplen a cabalidad con esta normativa, que es más difícil controlar debido a la existencia del mercado negro.

Gloria Alarcón, de la Dirección de Epidemiología y Registro (DER) del Senacsa, habló de lo que les compete como institución en cuanto a la salud animal y reconoció que el trabajo es complejo pero necesario para paliar la inminente situación que está creando el mal uso de antibióticos.

“Nos insertamos como un pilar más dentro del plan nacional. En lo que compete al área animal, nuestro organismo rector es la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE por sus siglas en inglés). Tenemos que trabajar con los productores y las industrias elaboradoras de fármacos y alimentos animales, también con el público general que tiene mascotas, con la concienciación en la utilización de los antimicrobianos”, resaltó.

“Vamos a trabajar con el Ministerio de Salud con normativas que tengan que regular el uso prudente de los antimicrobianos, a través del uso de recetas archivadas; esto tenemos que sacar en conjunto con el Ministerio. Otro punto refiere a la vigilancia epidemiológica: nosotros vamos a comenzar a tomar muestras en animales y vamos a iniciar con la parte bovina, después con la parte porcina y después de aves”, explicó.

"Actualmente, se cuenta en todo el mundo con una cantidad cada vez más reducida de antibióticos capaces de controlar las infecciones causadas por estos gérmenes y tampoco se ve en un futuro cercano la aparición de nuevos antibióticos efectivos, por lo que muchos expertos consideran que se está a las puertas de lo que se denomina la era post antibiótica", indica el doctor Báez.

“Esta situación nos pone a los médicos y a la ciudadanía ante la obligación de cuidar lo poco que nos resta por medio de las prácticas de prevención de las infecciones, en particular el lavado de manos tras el contacto con pacientes y el uso prudente y apropiado de los antibióticos”, concluye.

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