Las mujeres exigen ley de paridad

En Paraguay, el porcentaje promedio de escaños alcanzados por mujeres entre las cámaras de Diputados y Senadores, es de 16,8 por ciento. El avance ha sido lento; y en los núcleos que aglutinan a mujeres ya se debate sobre la ley de paridad.

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Las mujeres del Partido Liberal Radical Auténtico, uno de los partidos tradicionales de Paraguay, acapararon hace poco la atención de los medios de comunicación porque durante una convención de su partido exigieron la paridad política. El hecho fue abordado más bien como una anécdota bochornosa por la forma en que se desarrollaron los hechos, pero debiéramos preguntarnos: ¿qué es la paridad, por qué piden eso las liberales y más importante, solamente ellas están tras este reclamo?.

La ley de paridad obligaría a los partidos políticos a otorgar a las mujeres el 50 por ciento de las candidaturas a cargos electivos. Hay diversos métodos para aplicar esta ley y países como México, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Honduras, Panamá y Nicaragua, ya han aprobado normativas para garantizar la inclusión de las mujeres en el sistema electoral.

Para la doctora Lilian Soto, el reclamo es justo y además oportuno ya que en todo el mundo y en toda la región se está debatiendo sobre el tema y se ha llegado además a la conclusión de que hoy en día, no se puede concebir una democracia representativa que no incluya la diversidad, entre ellas la diversidad sexual. 

“La demanda del movimiento de mujeres ya no es por un cupo sino por paridad”, dijo, y resaltó que aquí la cuestión no es la posibilidad de sentarse en una banca, ocupar un escaño, sino la posibilidad de desarrollar políticas públicas que una mirada masculina no puede contemplar como las mujeres, por ejemplo la violencia de género, las corresponsabilidades familiares y derechos laborales.

Además, según Soto, los dirigentes hombres, tradicionalmente alegan que “las mujeres deben ganarse su lugar”, cuando existen mujeres en los partidos, que están mejor formadas y que incluso tienen más trabajo político de base que muchos de los que terminan siendo candidatos. El trabajo de las mujeres al frente de las instituciones públicas puede ser tan bueno o malo como el de los hombres, pero eso solo se sabrá con certeza dando los espacios y las oportunidades, indicó Soto.

Por eso los partidos políticos deben iniciar procesos de cambio, en los que impulsen la capacitación y apoyo financiero a las mujeres. La sociedad por su parte debe ir superando la cultura machista tan arraigada.

En los últimos 25 años solamente 40 mujeres han pasado por la Cámara de Diputados, cuando que esta Cámara para cada periodo de cinco años habilitan 80 lugares. En seis periodos electorales el porcentaje femenino en la Cámara Baja varió de entre el 2,5 por ciento hasta el 15 por ciento. Este último porcentaje más alto se da en el actual periodo con la participación de 12 diputadas de 80.

Lo mismo ocurrió en el Senado donde los porcentajes varían del 7 al 20 por ciento en los seis periodos, sobre un total de 45 senadores titulares. Además, es importante resaltar que la mayoría de las mujeres que lograron ingresar fueron y son de partidos tradicionales como la ANR y el PLRA y recién desde el tercer o cuarto periodo democrático, mujeres de otros partidos cumplieron la hazaña de llegar al Congreso. 

Soto adelantó que desde hace un tiempo mujeres de todos los sectores y partidos políticos están debatiendo sobre la paridad de género en las elecciones.

“Desde febrero estamos debatiendo sobre esto y cuando presentemos públicamente va a ser algo acordado entre todos los sectores”, dijo, aunque todavía no hay una fecha definida sobre la presentación del documento.

“Todavía hay una creencia que la mujer debe estar en la casa, que es responsable de lo privado, y el hombre de lo público. Estamos avanzado de a poquito pero creo que con pasos muy seguros, porque la discusión de fondo nos va a hacer llegar más lejos”, aseguró.

Que la dirigencia sea masculina probablemente no garantiza la efectividad, transparencia y otras cualidades, muestra de ello son las declaraciones que virtieron este año algunos de nuestros legisladores.

“… si nosotros empezamos a dar cupos así, por porcentajes, entonces, los travestis también van a pedir su porcentaje, después van a venir las tortilleras, y así vamos a armar un quilombo (sic)”, dijo el diputado Edgar Órtiz del PLRA, respecto al reclamo de sus correligionarias.

Asimismo este año, el senador Juan Manuel Bóveda había declarado cuanto sigue: “la mujer es como una mascota, como una perrita fiel, que debe cocinar y atender solo al hombre”, ocasión en que el Congreso aprobó un proyecto de declaración por el cual instaban al Ejecutivo a proteger a la familia.

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