María Rosa Esquivel nació con una discapacidad motriz, y la noticia fue dura para su madre. Pero ella, desde que tuvo uso de razón, tuvo bien claro que si el creador la había enviado a este mundo era porque algo importante tenía que hacer, así que no perdió el tiempo en llorar por los rincones.
A sus 27 años, Rosa culminó todas las materias que exige la universidad para convertirse en psicóloga, y está en proceso de realizar su tesina para obtener la licenciatura en la carrera.
Los años de universidad no fueron nada fáciles. Cada día, debía viajar 56 kilómetros diarios en colectivo desde Paso Barreto, donde reside, hasta la ciudad de Concepción, capital del departamento que lleva el mismo nombre, donde está alojada la universidad privada en la que estudió. Pero, para ella, cada kilómetro valió la pena, porque después de tanto esfuerzo, hoy culminó todas las materias que requiere la carrera de psicología general, y se encuentra trabajando en su tesina para convertirse en licenciada en psicología.
Sin complejos
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María Rosa no tiene ningún complejo a la hora de hablar de su condición. La discapacidad motriz le impide caminar y mover miembros del lado derecho de su cuerpo.
Pero para complementarla, ahí estuvo siempre su incansable mamá, María Felicia, que era la encargada de subir y bajar la silla de ruedas de los colectivos, y, por supuesto, acompañarla diariamente en el largo viaje de ida y vuelta a la universidad.
Así fueron los cinco años de carrera. Pero, cuando rindió la última materia, el destino le mostró que todavía tendría más recompensas por su esfuerzo. Así fue que logró acceder a un puesto de trabajo en la Vicepresidencia de la República, y fue comisionada al Centro de Salud de Paso Barreto, donde, según nos contó, cumplirá funciones relacionadas a la psicología general.
Entusiasmada
“Es muy significativa para mí la función que voy a cumplir. Ahora estoy a full con el proceso de tesina para poder culminar la licenciatura y luego poder desempeñarme ya en el área”, manifestó entusiasmada.
Esta chica tenaz y de carácter firme, durante toda la entrevista enfatiza que todo lo que logró, fue siempre por su capacidad. Es por eso que detesta la victimización y la estigmatización. Tampoco tolera las excusas para no luchar por las metas. Le molesta sentirse “especial” o “diferente”, o que se piense que no hizo ningún sacrificio para alcanzar sus metas.
Está segura de que está para grandes cosas y que en algún momento la vida le mostrará que todo, incluso su condición, se da por algo y para un propósito.