No perder la pasión por el periodismo

Sobrevivir a los desafíos que conlleva ser un profesional multifácetico muchas veces hace que se pierda la pasión por el periodismo. Para evitar caer en la rutina, la periodista Priscila Hernández aconseja hacer una nota por año que "llene el alma".

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La producción de noticias se ha convertido en algo muy automático y, debido a eso, los periodistas se sienten hastiados y cansados muy pronto. Sin embargo, no deben olvidar por qué ingresaron a la profesión. "No olvidar su motivación", dijo la máster en Periodismo Priscila Hernández, miembro de la Plataforma Periodística para las Américas (Connectas Hub).

“Piensen que el periodismo es como el básquetbol, que se debe jugar con las dos manos. En una mano, traes esa nota horripilante que te piden los jefes, esas conferencias de prensa que debes cubrir, pero que no quieres, y en la otra mano ponte una meta. Por lo menos una vez al año, haz esa nota que te guste, que te interese, que te rompa la vida. Seguro te va a dar más tiempo de trabajo, pero esa nota te dará oxígeno para seguir el resto del año”, dijo la periodista mexicana Priscila Hernández, especialista en derechos humanos, género, diversidad y migración, quien estuvo en nuestro país brindando varias charlas. 

Manifestó que los jóvenes periodistas ahora pasan más tiempo en las redacciones, en las redes sociales, y no hacen calle; eso influye para que estén inmersos en la rutina, en el aburrimiento, y el proceso es muy automático. Incluso, afecta directamente al contenido de las noticias.

La sobrecarga de tareas, la fusión de las plataformas, el periodista multifacético que debe hacer fotos, texto, videos y reportar para la radio hace que el día a día del profesional sea muy estresante. En la mayoría de los casos, los periodistas se pasan redactando noticias que no les apasionan realmente, sino que más bien forman parte de su trabajo diario. Es allí cuando se replantean si están en el sitio correcto.

“Precisamente, la rutina te hace sentir alguien que extrae información sin ningún sentido. El trabajo es automático y eso tiene un impacto negativo para los jóvenes periodistas que, sin tener calle, ya están en las redacciones editando o en el área web. Los periodistas deben volver a la calle, deben reportear, tener el contacto con la gente”, puntualizó la profesional, ganadora de varios premios internacionales por sus investigaciones periodísticas sobre discriminación. 

Para Hernández, la mejor forma de sobrevivir a las noticias virales o llamadas “olas” es teniendo una propia agenda. Mantener el periodismo real y de profundidad con los temas que son de interés general. Sin embargo, aclaró que no se debe satanizar los virales, sino aprender de ellos, ver cómo hacen que los temas sean atractivos y usarlos con las noticias de profundidad que generamos.

“Vamos a sobrevivir a esas tendencias teniendo agenda propia. Si queremos hablar de niñez, de población en calle, la problemática de la discriminación, vamos a lograr colocar eso en la agenda de los medios de comunicación. Sin embargo, tampoco tenemos que hacerle guerra a las redes sociales porque ellas tienen otra lógica que no es periodística, debemos aprender de eso. La multiplataforma que tienen... ver por qué se hace viral un contenido, cómo hacen que sean atractivos, intentar que nuestro contendido periodístico de calidad sea atractivo y llegue a tendencia”, manifestó Hernández.

El concepto de periodismo que tienen la mayoría de los estudiantes es que un periodista es el que está presentando las noticias, el que arma el show, el que es famoso. Pero, una vez que ingresan a los medios de comunicación y se percatan de que la profesión es mucho más que eso, que es desgastante, que requiere mucho trabajo y dedicación, se sienten frustrados o abandonan sus estudios.

“La idea que tienen los jóvenes es que el periodismo es ser conductor de televisión, estar en un programa radiofónico, y no el trabajo de atrás que implica dedicación y tiempo. Sin embargo, uno debe decirles que el periodista debe invertir su tiempo para aumentar su capital, ese capital que es su 'buen nombre'. Si presentamos un trabajo con huecos, sin una buena investigación, estamos atentando contra nuestro capital”, dijo Hernández.

Por último, recomendó no perder la fe en el periodismo, no perder la pasión por la profesión y recordar que la palabra bien usada puede trascender y que una nota bien redactada puede cambiar la vida de una persona.

"Podemos estar decepcionados de una empresa periodística, de un periodista, de un jefe que tituló mal nuestra nota, pero nunca estar decepcionados del periodismo. Recordemos que allá afuera hay gente que necesita que se cuenten sus historias, esas historias que nadie se enteraría si no las contamos nosotros. Una palabra bien usada puede trascender", finalizó la profesional.

 

 

 

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