No próximamente: “Cooties”

Los zombis están en todos lados. Las historias sobre no-muertos son tan omnipresentes como las quejas de que los zombis como recurso narrativo ya están gastados. ¿Necesitamos, pues, una comedia más de terror sobre zombis?

No, supongo que no. Pero que algo sobre no significa que sea malo, y dado que hay una buena cantidad de risas con un elenco de muy buenos comediantes en Cooties, me parece que hacerle un hueco en el rincón de los zombis de la cultura popular no viene mal.

Cooties comienza dejando claro el misterio que la mayoría de las historias de este género dejan sin respuesta: de dónde viene la infección, el virus que trae el apocalípsis zombi. En este caso, una mosca defecando sobre un pollo en una planta procesadora es la causa, y pronto el pollo infectado acaba como un nugget en el almuerzo escolar de una niña de un colegio del pueblo de Fort Chicken.

A esa escuela llega Clint (Elijah Wood), un escritor tratando de terminar su primera novela, quien acepta trabajar temporalmente como profesor sustituto en la escuela. Sin embargo, su primera clase se ve grotescamente interrumpida cuando la niña infectada por la comida ataca y muerde a uno de sus compañeros.

Desde allí, la cosa se desarrolla como uno esperaría que una historia sobre zombis se desarrolle. Pronto, Clint se encuentra junto a sus compañeros docentes – incluyendo a la bella Lucy (Allison Pill) y a su tosco y confrontativo novio Wade (Rainn Wilson) –, además de los últimos niños no infectados, escondiéndose de la horda de pequeñas máquinas de matar mientras buscan desesperadamente una forma de escapar.

Cooties en realidad no se compara muy favorablemente con lo mejor que el género de la comedia zombi tiene para ofrecer. Carece de los personajes interesantes y la actitud “rock and roll” de Zombieland, y no cuenta con el ritmo acelerado, la inacabable creatividad de Edgar Wright para sacar humor de cada movimiento de cámara o efecto de sonido y la curiosa mezcla de terror y comedia romántica que hicieron a Shaun of the Dead un clásico esencial.

Pero Cooties sí trae consigo de aquellos filmes un amor infeccioso por mezclar ridiculez y terror en la forma de escenas caricaturescamente sangrientas, de esas que es imposible tomar en serio porque eses nunca fue el objetivo. Hay una buena cantidad de humor visual ingenioso durante y después de las múltiples carnicerías del filme.

El elenco, con un Elijah Wood sólido a la cabeza, viene cargado de unos interesantes nombres, pero la estrella no oficial del filme ciertamente es Wade, interpretado con toda la excentricidad obligatoria por Rainn Wilson, quien a estas alturas ya ha convertido en una marca registrada suya el tipo excéntrico, paranoico y con exceso de confianza que aquí vuelve a versionar; en cada momento que la película comienza a  decaer, Wilson ingresa con alguna gran línea para corregir la órbita de la película. Eso sí, desearía que la gran Allison Pill y el siempre gracioso Jack McBrayer fueran un poco mejor utilizados, ya que se quedan cortos de chistes buenos.

Lo que impide a Cooties ser un filme más exitoso y memorable en sus ambiciones es, irónicamente, una aparente falta de ambición en su humor y en su acción, ambos factores demasiado corrientes para ser destacables, ni lo suficientemente buenos para ser celebrados efusivamente ni lo suficientemente malos para por lo menos dejar una impresión duradera.

Sin embargo, si uno se siente con ganas de un poco de acción y risas frecuentes aunque no excepcionales en la calidad de su comedia - y si no le molesta un poco de violencia dirigida a niños zombis - diría que Cooties es una opción que vale la pena.

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COOTIES

Dirigida por Jonathan Milott y Cary Murnion

Escrita por Leigh Whannell e Ian Brennan

Producida por Elijah Wood, Tove Christensen, Georgy Malkov, Daniel Noah, Steven Schneider y Josh C. Waller

Edición por Brett W. Bachman

Dirección de fotografía por Lyle Vincent

Banda sonora compuesta por Kreng

Elenco: Elijah Wood, Allison Pill, Rainn Wilson, Leigh Whannell, Jack McBrayer, Nasim Pedrad, Armani Jackson, Morgan Lily, Jorge García, Peter Kwong y Cooper Roth