Pasafaunas para salvar animales silvestres

Cada año, cientos de animales silvestres son atropellados en las rutas del interior del país. Los carteles de señalización no son suficientes para evitar la alta tasa de mortandad, por lo cual los ambientalistas exigen la construcción de más pasafaunas.

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Alto Paraguay conserva una gran riqueza natural, que se caracteriza por un alto número de mamíferos grandes y amenazados, como el mboreví, jurumí, aguará guasú y el tatú carreta. Este departamento también es el único que no cuenta con un solo centímetro de rutas asfaltadas.

En estos momentos se encuentra en pleno proceso de licitación el proyecto del corredor bioceánico, una ruta internacional cuya función principal es la salida de los productos agrícolas de Brasil a los puertos del pacífico por Tierra. En nuestro país, atravesará Alto Paraguay desde Carmelo Peralta hasta Loma Plata (Boquerón) y se conectará con la Transchaco.

El ingeniero agrónomo Luis Recalde señala que esta nueva ruta, que generaría progreso en la zona, también tendrá efectos inevitables, como el aumento de la deforestación legal. Sin embargo, hay otras consecuencias que sí son evitables: el atropellamiento de cientos de animales que correrán peligro con esta megaobra.

“Estamos hablando de animales que se reproducen lentamente, así que aunque solo mueran unos pocos al año, eso a largo plazo puede inviabilizar la población y acabar con ella”, asegura. El Chaco es la región con mayor abundancia de mamíferos grandes en Sudamérica, por lo cual su protección es fundamental.

Planteándose esa problemática, el ingeniero Recalde señala que la mejor solución es la implementación de pasafaunas en el corredor bioceánico. Son como túneles o tubos que cruzan bajo el terraplén construido para los asfaltados. Estas simples infraestructura sirven para que los animales puedan cruzar de forma segura. “El tamaño y la cantidad dependerá de un estudio que debe realizarse. No todos tienen la misma medida en todos los tramos porque hay zonas con mayor cantidad de animales pequeños y otras donde hay mamíferos grandes”, explica.

En muchos países se ha optado por la construcción de los pasafaunas para mitigar el atropellamiento, que es una constante una vez que es construida una nueva ruta en espacios verdes. En Argentina se han implementado hace un par de años nada más y en el Paraguay aún no tenemos ninguno.

“Alto Paraguay es un sitio que por su difícil acceso nunca ha podido explotar su belleza natural con fines turísticos. En el Pantanal brasileño hay exitosas empresas y alojamientos para observación de fauna. Los pasafaunas son una opción económica, una posibilidad que se cierra para siempre si al construir la ruta se acaba al mismo tiempo con los mamíferos grandes, que son los animales que realmente la gente paga por ver”, asegura.

El ambientalista exhorta a toda la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de la inclusión de los pasafaunas para la salvación de cientos de animales, para poder ejercer presión ante el Ministerio de Obras Públicas.

“Evitan accidentes de tráfico que tienen un alto costo económico: en reparaciones de vehículos, ambiental, por la pérdida de especies amenazadas y hasta humanas, embestir a un animal de gran tamaño o la maniobra brusca para evitar los más pequeños, pueden causar percances fatales en hombres y animales”, expresa.

En países de Norteamérica y Europa, son una infraestructura común e incluso se están haciendo pasos a desnivel, que son como viaductos para animales. Sin embargo, estos tienen un costo mucho mayor al de los túneles, los han empezado una vez que las comunidades experimentan el alto costo en accidentes de tráfico y pérdida de biodiversidad que representa no tenerlas. En la región ya los emplean Argentina en Misiones y Brasil está implementando su uso.

La directora de Proyectos Estratégicos del Ministerio de Obras Públicas, Ing. Claudia Centurión, asegura que sí está incluida en el anteproyecto la construcción de pasafaunas en el corredor. “Una vez que la empresa sea adjudicada, entrarán en la fase de ingeniería de detalle y se verán las ubicaciones y cualquier otra medida de mitigación que sea necesaria para que la obra sea armoniosa y sustentable”, afirma.

Según Centurión, este tipo de pasafaunas son “comunes” en la ingeniería nacional. “Este tipo de infraestructuras es usual en obras de pavimentación, todos contemplan. Hay muchos pasos de fauna e incluso de ganado en distintas localidades del país”, asegura.

Al respecto, el ingeniero Recalde, quien recorre con frecuencia la zona del interior del país, expresó que desconoce de qué país habla la directora del MOPC, puesto que él solo ha visualizado un pasafaunas que está destinado para animales vacunos en Arroyos y Esteros. Destacó además la efectividad de esa infraestructura, puesto que reduce de manera considerable el peligro de accidentes.

En cuanto al proyecto del corredor bioceánico, aseguró que él se fijó detalladamente en el documento compartido por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas y, dentro de las especificaciones técnicas ambientales, donde se menciona todo lo que se debe realizar para disminuir el impacto ambiental, solo se tiene prevista la ubicación de cartelerías.

La ruta Carmelo Peralta-Loma Plata, también conocida como el corredor bioceánico, tendrá 227 km de extensión y será ejecutado en tres frentes: Loma Plata-Cruce Centinela, Cruce Centinela-Cruce Paragro y Cruce Paragro- Carmelo Peralta.

Esta megaobra tiene un precio referencial de casi US$ 200 millones y debe terminarse en un plazo de ejecución de 24 meses, a partir de la orden de inicio que debe ser emitida por el MOPC. El proyecto incluye a ciudades brasileñas de Campo Grande y Puerto Murtiño, ambas de Mato Grosso del Sur; en nuestro país están las poblaciones de Carmelo Peralta, Mariscal Estigarribia y Pozo Hondo; en Argentina, Misión la Paz, Tartagal, Jujuy y Salta, y en Chile, Mejillones e Iquique.

El inicio de la obra está previsto para el mes de julio, aproximadamente. Puesto que esperan poder adjudicar a la empresa ganadora de la licitación del proyecto a fin de año y, a partir de allí, tendrá un plazo de seis meses para culminar el proyecto, que deberá ser aprobado por la Secretaría Nacional del Ambiente.

La licitación ahora está parada luego de que se haya presentado una protesta por parte de una de las empresas que fueron descalificadas en la primera fase.

El documento publicado en la Dirección Nacional de Contrataciones públicas, en el apartado de especificaciones técnicas ambientales, determina que el contratista ganador de la licitación, deberá asesorarse para identificar a toda la fauna existente en la zona.

Además, en cuanto a las medidas preventivas en el caso específico de los accidentes de tránsito, se señala que “en lugares críticos, como en sitios donde de cruce frecuente de animales domésticos y paso de fauna silvestre, deben colocarse señales indicativas de disminución de velocidad, a fin de reducir el peligro de atropello de animales”.

Además, se destaca que el contratista deberá tomar “todas las medidas pertinentes” para lograr la reducción de atropellamientos de la fauna en las inmediaciones de la ruta a ser construida. No obstante, según señala el ingeniero Recalde, en dicho documento no está explícitamente establecida la obligatoriedad de la construcción de pasos de fauna, lo cual es solicitado por todos los ambientalistas a fin de que sea formal la inclusión de estas infraestructuras en las nuevas rutas.

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