“Prefiero trabajar antes que pedir subsidio”

“Ndofaltái mba'eve chéve amba'apórõ” (no me falta nada si trabajo), comenzó diciendo en un perfecto guaraní doña Dolores Salinas Vda. de Martínez (73), quien lleva casi toda su vida elaborando dulces, sopa y chipa para poder mantener a sus hijos.

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La abuelita dice con orgullo que, antes que pedir subsidio al Estado, prefiere ponerse a trabajar en su casa y de esa manera ganar dignamente su dinero.

Doña Dolores vive en la compañía Ycua Satí del distrito de Santa Rosa, Misiones. Tiene 14 hijos y dos nietos, a quienes ayuda con la venta de sus productos caseros. “Con la elaboración de dulce, chipa, sopa y otros productos pude ayudar a mi marido, que era agricultor, a criar a nuestros 14 hijos. Ahora sigo ayudando a mantener a mis dos nietos”, dijo emocionada Dolores.

La abuelita es muy querida en la localidad y sus dulces son incluso llevados como obsequio a Buenos Aires, porque sus clientes añoran el producto. Generaciones de escueleros la recuerdan con cariño, pues la mayoría hacía una parada obligatoria en su despensa para comprar el dulce de maní casero.

“Hace 30 años que me dedico a hacer dulce de maní, de leche y de alguna fruta de estación. También elaboro chipa, sopa y budín que vendo en mi puestito. Los escueleros son mis clientes seguros. Muchos ya de grandes fueron a trabajar a Buenos Aires y cuando vienen al pueblo buscan el dulce para llevar a sus parientes”, dijo la abuelita.

Doña Dolores prepara sus dulces con los productos caseros, tuesta el maní, muele el maíz y prepara el budín con la leche y el huevo que son de su granja. También vende gallinas caseras, cerdos y cabras, todos criados en su granja.

“Yo hago todo casero. El maíz, el maní y todos los productos son de mi propia producción. No compro casi nada; produzco de lo que tengo nomás”, dijo.

Asimismo, manifestó que nunca le faltó nada porque trabajó honradamente y de esa manera ayudó a su marido y ahora a sus hijos y nietos. “Si uno trabaja, nunca falta nada. Cuando están mal las cosas en un rubro, cambiamos nomás con otro producto y así salimos adelante todos entre la familia”, manifestó.

Consultada sobre el pedido de subsidio que están llevando adelante un grupo de campesinos en la capital del país, para lo cual dejaron sus chacras hace más de un mes, dijo que eso es demasiado tiempo y que seguramente por eso no producen nada.

“Ya es mucho tiempo fuera de su chacra. Así nunca van a recuperarse si pasan más tiempo manifestándose antes que quedarse y volver a cultivar”, dijo la abuela, quien, pese a estar calificada para solicitar una pensión por la tercera edad al Ministerio de Hacienda, prefiere seguir trabajando.

Doña Dolores además integra el Comité de Productores de Santa Rosa, que cada sábado se instala en la plaza céntrica de la ciudad para ofertar sus productos. “Somos 16 personas en el Comité. Yo soy la más viejita, me cuidan mucho mis compañeras y también siempre traigo allí mis tradicionales dulces de maní”, dijo.

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