El acceso de las mujeres a niveles educativos más altos, el mayor conocimiento y acceso a métodos anticonceptivos para la mujer y el hombre, pero principalmente el “costo de vida elevado”, fueron algunos de los motivos mencionados en una pequeña consulta a través de las redes sociales sobre cuáles serían los motivos del paulatino pero constante descenso del promedio de la tasa de fecundidad en Paraguay, principalmente en las áreas urbanas. La mayoría de las personas mencionaron el aspecto económico como una especie de freno, que retrasa la búsqueda de un hijo.
También mencionaron las cesáreas como un factor determinante que limita el número de hijos y la falta de apoyo de la pareja en el cuidado de los niños. Las mujeres apuntan a la realización profesional y estabilidad económica, señalaron y otras apuntaron problemas de salud relacionados con el uso de determinado tipo de anticonceptivos.
Para la licenciada Clyde Soto, investigadora especialista en cuestiones de género, sería bueno la realización de un estudio que apunte a comprobar o descartar la relación entre el número de hijos y el nivel de educación formal que recibe una mujer. Si se trata de que las mujeres estén tomando decisiones propias en base a sus derechos de cuántos hijos y cada cuánto quieren tenerlos, sería algo positivo, opinó.
Para ella el hecho del descenso no es bueno ni malo en sí mismo, sino que tiene aspectos positivos y negativos según las políticas públicas que se desarrollen desde el Estado, para prever las situaciones que se generarán con la transformación de la sociedad.
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“Está en curso una transición demográfica, desde altas tasas de fecundidad y mortalidad hacia tasas bajas, que ya ha ocurrido en otros países”, señalaba un informe presentado hace varios años por la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos. En ese mismo informe se mencionaba que el descenso de la Tasa Global de Fecundidad viene dándose desde hace varias décadas en Paraguay. En 1962 el promedio de la tasa de fecundidad era de 6,66 lo que treinta años después, en 1992 pasó a 4,64.
El descenso continúa. Los Indicadores Básicos de Salud del Ministerio guardan el registro de la baja en los últimos años. En 2013 el promedio de la tasa de fecundidad era de 2,75. La doctora Fanny Corrales, encargada del departamento de Salud Sexual y Reproductiva avala que el descenso es sostenido, aunque resalta que existe mucha diferencia en las tasas según población urbana, rural e indígena.
La profesional coincide con uno de los datos aportados por la gente: conocimiento y mayor acceso a métodos anticonceptivos. Resalta que el Ministerio de Salud trabaja en todas las zonas con las parturientas que ingresan a los servicios públicos para ofrecerle consejería en planificación familiar y dentro de ello los métodos anticonceptivos.
Uno de los estudios de proyección de población de zonas urbana y rural de la DGEEC publicada el año pasado, prevé para el quinquenio 2015-2020 que la tasa global de fecundidad estará en 2,49. Sin embargo el mismo informe señala que si bien se irá reduciendo el número de hijos por mujer, esto será contrarrestado con la gran cantidad de mujeres en edad de reproducción, que son producto de las elevadas tasas de fecundidad en el pasado. La proyección concluye así que a pesar del descenso de número hijos por mujer habrá un crecimiento sostenido de la población.
No es nuevo que la cantidad de madres adolescentes es alto. El doctor Vicente Acuña, del Hospital Materno Infantil de San Pablo, señaló que el 25 por ciento de los embarazos que atienden en el centro asistencial corresponden a adolescentes. La tasa de madres adolescentes y cientos de esos casos de niñas, es de 21 a 22 por ciento, dijo el médico.
El médico señala que la mayoría de los embarazos adolescentes claramente no son planificados. Corrales por su parte hace hincapié en la necesidad de la educación sexual desde temprana edad ya que está comprobado que el cincuenta por ciento de los adolescentes comienzan su vida sexual antes de los 15 años.
Soto señala que la clave sobre la transición de la demografía está en las medidas que tome el Estado. “Paraguay es todavía de los países con una base poblacional bastante joven pero se está produciendo un fenómeno de ensanchamiento de las etapas medias de la vida”, señaló y dijo que el país debe “indefectiblemente” comenzar a revisar todo lo referente en los sistemas previsionales y otras políticas asociadas que deben ser pensadas.
“Este es el momento en que Paraguay tiene que trabajar para generar las condiciones para que ese eventual cambio demográfico no sea algo catastrófico”, dijo.
