¿Qué pasó en Guatemala?

Hasta ahora, 40 adolescentes fallecieron a causa del incendio ocurrido en el “Hogar Seguro” de Guatemala, otras 15 se encuentran con pocas posibilidades de vivir. Las chicas fallecieron tras protestar el 8 de marzo contra los abusos y maltratos recibidos.

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El “Hogar Seguro” Virgen de la Asunción es un albergue al cual la Justicia de Guatemala envía a los menores de hasta 17 años, víctimas de abandono y violencia doméstica, que cometieron algún delito o que fueron rescatados de las calles. El centro, ubicado a 10 km de Ciudad de Guatemala, tenía capacidad para 400 menores pero alojaba a unos 800 hasta el día del siniestro.

Todo comenzó en la noche del 7 de marzo, cuando alrededor de 60 niños y adolescentes escaparon del albergue. Tras un patrullaje en los alrededores, más de diez chicos fueron devueltos a sus celdas pero a raiz de la fuga, todos los demás residentes del hogar fueron encerrados.

Los encargados de velar por la seguridad de los menores estaban nerviosos por el motín y, según indican las investigaciones primarias, esa fatídica madrugada del 8 de marzo, alrededor de 60 niñas que se encontraban encerradas bajo llave en un pequeño salón, como castigo por la fuga, empezaron a quejarse y a romper vidrios.

Hartas de los maltratos, violaciones, carencias, de tanto sufrimiento, y en coincidencia con el Día Mundial de la Mujer, las niñas intentaron iniciar una protesta quemando un colchón. Lamentablemente, el fuego se expandió rápidamente debido al hacinamiento en el cual se encontraban, el siniestro se descontroló y más de 40 pequeñas fallecieron en el incendio.

Uno de los jóvenes que se encontraba en el albergue contó a la prensa que las niñas estaban encerradas bajo llave y aseguró que las autoridades no las ayudaron, tardaron mucho en reaccionar y no dejaban que los internos las socorran. “Se quedaron parados. Las conocíamos. Nosotros queríamos ayudar pero no nos dejaron", lamentó.

Mientras en todo el mundo protestaba contra el abuso y la violencia contra las mujeres, el Guatemala unas 19 jovencitas murieron en el lugar, y las demás fueron pereciendo con el correr de las horas y los días en los diferentes centros médicos. En total se perdieron 40 almas hasta la fecha, muchas siguen grave e incluso ocho menores están internadas en Estados Unidos.

 

 

El “Hogar Seguro” contaba con una cantidad de residentes que duplicaba su capacidad. Por lo que la situación de hacinamiento se volvía desesperante. Varios medios de prensa guatemaltecos publicaron testimonios de jóvenes que vivían en el lugar y los relatos justifican la razón del intento de fuga y el motín de las chicas.

Huérfanos, menores conflictivos, niños víctimas de violencia, pequeños con discapacidad y otros que supuestamente habían cumplido alguna pena por haber cometido delitos eran destinados a este supuesto hogar seguro. 

Tras la tragedia, varios padres relataron que cada vez que visitaban a sus hijos los encontraban con moretones o alguna señal de que fueron maltratados. Sin embargo, si se quejaban a los menores les iba peor. Otros residentes denunciaron que pasaban hambre o se veían obligados a consumir alimentos insalubres e incomibles.

Sin embargo, lo más grave, es que muchas denunciaron abusos sexuales, violaciones y hasta trata de mujeres. Incluso, 10 niñas menores de edad fueron rescatadas del hogar estando embarazadas. La lamentable situación en la cual vivían en ese supuesto “hogar seguro” era un secreto a voces, puesto que varias investigaciones la habían demostrado mucho antes de la tragedia.

El periodista José David López, de Plaza Pública, realizó una investigación sobre el hogar meses antes del siniestro. En su reportaje, había relatado la manera en la cual un maestro del hogar humillaba y abusaba sexualmente de dos niñas de 12 y 13 años. También existen antecendentes de monitores que sacaban del hogar a las menores y las obligaban a prostituirse.

Una de las tantas historias relatadas por el comunicador es el de una niña de 17 años que sufre de un déficit cognitivo que reduce sus capacidades de lenguaje y socialización, por lo que fue destinada al hogar Virgen de la Asunción. Ella también fue violada dentro del penal, por un albañil dentro del salón de clases de la escuela para niños con capacidades diferentes del refugio.

Pese a las constantes denuncias y reportajes hechos por la prensa de ese país, fue recién de el siniestro cuando el gobierno guatemalteco decidió intervenir el lugar. Gracias a ello muchos menores volvieron a sus casas y otros fueron trasladados a otros hogares, aunque los refugios de acogida de dicho país tienen fama de ser todos de la misma calaña.

 

 

Tras el siniestro, miles de guatemaltecos no han parado de protagonizar manifestaciones en distintos puntos del país. La mayoría califica el hecho como un crimen de Estado y exigen la renuncia del presidente de la República, Jimmy Morales.

La Procuraduría de los Derechos Humanos de ese país y el Juzgado Sexto de Niñez y Adolescencia del Área Metropolitana habían advertido en reiteradas ocasiones que el centro estatal de menores "Hogar Seguro Virgen de Asunción" no estaba en condiciones óptimas y debía ser reformado. Sin embargo, el Estado ignoró los reportes. 

Unos diputados presentaron ante el Ministerio Público de ese país una denuncia penal contra el presidente Morales por su presunta responsabilidad en la muerte de 40 niñas en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. 

Los mismos creen que el mandatario tuvo responsabilidad en el caso porque supuestamente “ordenó” que la Policía Nacional Civil (PNC) acudiera al Hogar Seguro la noche del martes 7, cuando ocurrió la fuga de los menores del lugar, además sostienen que el presidente recibió información la noche de la tragedia pero no dio instrucciones. 

A ocho días del incendio, la Justicia guatemalteca cuenta tres personas capturadas por este caso pero hasta ahora ninguna imputada.

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