¿Qué piensan de su salario?

Los diputados Óscar Tuma y Rocío Casco, además del senador Miguel Abdón Saguier, fueron abordados con respecto a los elevados salarios que perciben como representantes, y respondieron de esta manera a las críticas de la ciudadanía.

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Un debate muy frecuente no solo en nuestro país sino en varias naciones del extranjero, se da con referencia a los astronómicos salarios de los legisladores. Al compararlos con el ingreso de un ciudadano perteneciente a la clase trabajadora, las diferencias son abismales. Solo es cuestión de ingresar a la nómina oficial de, por ejemplo, la Cámara de Diputados, para percatarnos de que un diputado nacional percibe la suma total de G. 32.774.840, sumando dieta y gastos de representación. Claro, si nos referimos a cargos como el del presidente o el vicepresidente de la Cámara Baja, el monto sube todavía más, y llegamos a cifras de G. 37.076.740 (presidente) y G. 36.076.740 (vicepresidente).

Veamos ahora al caso de los senadores. En la nómina que se puede encontrar en este link, se observa que un senador de la nación percibe la suma básica de G. 29.606.840. A esa cifra se suman los gastos de representación, que llegan hasta G. 6.500.000. Así, el salario total de los legisladores de la Cámara Alta supera los G. 36 millones.

Muchos son los ciudadanos que se indignan por este salario que consideran demasiado elevado. Incluso, se dieron campañas en las que pedían que los legisladores ganen igual que un docente. Los escraches ciudadanos también se dirigieron hacia el “abuso de autoridad” de algunos representantes que, no contentos con sus privilegios propios, utilizan sus influencias para contratar a amigos y familiares con jugosos salarios dentro del Congreso o en otras instituciones.

Pero, ¿qué piensan ellos del dinero que perciben? ¿Qué responden a las críticas de la ciudadanía? ¿Cómo reaccionarían en el hipotético caso de que se plantee reducir el salario que les corresponde actualmente?

Los diputados Óscar Tuma y Rocío Casco, además del senador Miguel Abdón Saguier, brindaron su postura con relación al tema.

¿Cómo reacciona cuando los ciudadanos dicen que un senador debe ganar igual que cualquier otro ciudadano de la clase trabajadora?

Senador Miguel Abdón Saguier:

“Ahí hay una confusión grave entre igualdad e igualitarismo. Jurídicamente, todos tienen derecho al salario justo. Sería injusto que se le pague el mismo salario a una persona que trabaja más, estudió más, tiene más responsabilidades que otra que no tiene la misma responsabilidad frente a la sociedad. No hay que confundir la igualdad fáctica con la igualdad jurídica. Todos somos iguales en dignidad y derechos, pero desde el punto de vista del hecho no es así. Hay personas más inteligentes que otras, más laboriosas. Cometeríamos una grave injusticia si igualáramos a todos”.

Diputado Óscar Tuma:

“Esto es normal, es una queja que no se da solo acá. No hay país que esté contento con la clase política. Pero, si el cargo de un legislador es ad honorem, ¿quiénes van a ingresar al Congreso? La corrupción va a estar rondando todas las puertas. Se debe hacer que el parlamento sea atractivo. Si tenés gente que se capacitó en Harvard, te puedo asegurar que no querrán venir a trabajar a un Parlamento donde el salario es el mínimo. Lo que tenemos que empezar a discutir es la meritocracia. Que se haga un análisis de cuántos parlamentarios son profesionales”.

Diputada Rocío Casco:

“El tema del salario debe ser una discusión bastante amplia. Yo entiendo las críticas en posición a la precarización del salario. El problema es que en nuestro país siempre se entendió que el sueldo mínimo es el máximo. Lo primero que se debe hacer es movilizar a las fuerzas trabajadoras para que el salario mínimo no sea el máximo”.

Tito Saguier: “Está bien. Existen muchos gastos que el cargo exige. Yo por ejemplo gasto mucho en libros de consulta, que necesito para la gran variedad de trabajos que hace un legislador en distintos temas. También gasto mucho en viajes, en reuniones políticas, en comunicación telefónica”.

Óscar Tuma:

“El sueldo debe ser conforme a la responsabilidad. Para mí, nuestro salario está acorde a la responsabilidad del cargo. Los parlamentarios rigen el destino del país. Uno tiene que hacer el cálculo dependiendo del lugar de origen del diputado. Hay diputados que viven en el interior. Hay traslados, pagos, de alquiler, mudar a la familia, reuniones, gastos. Mucha gente critica los cupos de combustible, a mí me duran una semana, no porque yo los utilice, sino porque la gente tiene necesidades para trasladar a enfermos, y uno colabora”.

Rocío Casco:

“El dinero que se percibe tiene que estar acorde a la función y al tiempo humano de trabajo. Hablar de que un diputado tiene que ganar el salario mínimo no es el punto de discusión. Hay que desarrollar una política salarial. Por supuesto que los gastos de un diputado que viene de Amambay son diferentes al de uno que viene de Capital. Si me preguntás si mi salario es justo frente al salario de un trabajador obrero, mi respuesta es que no”.

¿Qué haría si se plantea una reducción del salario de los representantes?

Tito Saguier: “No estaría de acuerdo, pero si una mayoría lo decide, tendría que aceptarlo. Me parece que es una irracionalidad plantearlo en esos términos. Todos los trabajos son dignos, pero hay trabajos muy simples que no necesitan un nivel de formación intelectual”.

Óscar Tuma: “Me voy a dedicar a mi profesión, el derecho. Tengo una familia que mantener, las necesidades son normales. Muy lindo es plantear un Congreso ad honorem, pero así, ¿quién se va a presentar? Es muy bello en el discurso, pero en la práctica no sirve”.

En las respuestas de los representantes se puede notar la actitud evasiva con relación a consultas puntuales. En los tres legisladores consultados, pero principalmente en el caso de la diputada Rocío Casco, se denota la intención de llevar el tema hacia “otra discusión”, sin detenerse a responder lo que se le estaba consultando.

Lastimosamente, en lugar de aclarar y transparentar sus ingresos, los rodeos solo generan más dudas en la ciudadanía.

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