Tomando la idea nacida en Dinamarca el primer país en implementar la confección de pulpos de croche desde 2013 para bebés prematuros, tres mamás paraguayas dieron origen a Pulpitos Solidarios Paraguay con el mismo objetivo: hacer lo más llevadero posible, los sumamente delicados primeros días de un bebé nacido antes de tiempo.
“Juntamos el croché con la parte médica y lo implementamos en Paraguay, hasta el momento llevamos cuatro entregas, una particular y en hospitales como la Cruz Roja, el Materno Infantil del barrio San Pablo y la más reciente efectuada ayer en el Hospital Regional de Luque, específicamente a la unidad de Cuidados Intensivos Neonatal”, expresó a ABC Dana Moudelle, cofundadora y una de las tejedoras.
Los responsables del nosocomio luqueño se mostraron gratamente sorprendidos con los pulpitos al igual que en los demás hospitales, puesto a que representan un importante soporte terapéutico para los bebés que pasan sus primeras horas de vida en el interior de una incubadora.
La idea del grupo apunta a llegar a la mayor cantidad de bebés, tanto para los que se encuentran en incubadoras como para los que están de alta, con el apoyo de los voluntarios que se van sumando a través de la página en Facebook, es así que a la iniciativa se sumaron desde Ciudad del Este y Fernando de la Mora, deseosos de apoyar con la elaboración de los cefalópodos.
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Recrea el vientre materno Según la voluntaria, el pulpo intenta recrear de alguna forma el útero materno, teniendo en cuenta que nacieron antes de tiempo, con el pulpo cerca les da la sensación de estar en contacto con el cordón umbilical según estudios, además de ser una compañía del pequeño dentro de la incubadora. “Entonces al despertar encuentran en los tentáculos el cordón umbilical”, explicó.
La acción terapéutica se combina con la seguridad, teniendo en cuenta que el pulpo además se convierte en una compañía para el bebé, “es mucho más beneficioso que estar solo con el riesgo de que con algún movimiento por ejemplo se termine sacando alguna sonda o el oxígeno que es fundamental”. Al sentirse más seguros pueden respirar de mejor manera y hasta mejoran los niveles de oxígeno en la sangre y latidos más regulares.
Cuidados
Para la fabricación de los pulpos se siguen estrictos protocolos establecidos por la organización danesa donde nació la iniciativa, de tal forma a contar con un elemento seguro para el recién nacido, se tiene en cuenta la altura que no debe superar los 22 centímetros, solo se permiten hilos de algodón, el relleno de la cabeza se efectúa con una fibra sintética, y pone énfasis en la prohibición de venta, ya que se trata de un producto solidario. Las integrantes de la organización se encargan de instruir a quienes desean confeccionar los pulpitos.
Posteriormente cada pulpo hecho es sometido a un proceso de esterilización de lavado con jabón neutro y guardado herméticamente hasta llegar a su correspondiente destinatario, eliminando así todo peligro de infección.
Para la continuidad del proyecto los responsables se abocan a la búsqueda de padrinos/as, que donen los insumos para seguir tejiendo esperanzas, la respuesta ha sido buena hasta el momento, pero se espera en mayor medida, especialmente para hacer llegar al interior del país los kits para la fabricación.
“No obstante la satisfacción en los rostros de quienes recibieron los pulpos quedará en nuestros corazones”, aseguran los voluntarios.