Tesoros de la Guerra, en el olvido

Tesoro de Guerra, defensor de la patria en una cruenta guerra, oxidado en algunas partes, pintarrajeado con aerosol y a la intemperie frente al Congreso sin ningún tipo de protección: así se encuentra el Acá Verá. Un cañón de ánima lisa inglés adquirido antes de la Guerra de la Triple Alianza y adaptado en Ybycuí en 1867 para que dispare balas estriadas, según el historiador Fabián Chamorro.

Explicó que el Acá Verá fue utilizado en Humaitá hasta que explotó su culata; luego, fue tomado por los aliados y Argentina lo llevó como trofeo de guerra junto con "El Criollo". En 1901, los dos cañones iban a ser fundidos para la construcción del Cristo Redentor de la frontera entre Chile y Argentina, pero no lo hicieron. En 1954, durante la asunción de Alfredo Stroessner, fueron devueltos por el gobierno del general Perón.

El Criollo, al lado, en la misma plaza, con basura adentro, escrito con corrector blanco, defendió a la capital en la misma guerra. Fue fundido en Ybycuí y adaptado en Asunción; estaba ubicado en lo que actualmente es el barrio Loma San Jerónimo e inclusive hizo retroceder a los brasileños en febrero del año 1868. Luego, fue trasladado al Puerto de Angostura, en la zona de Villeta, donde cayó en poder de los brasileños luego de que Angostura se rindió ese mismo año.

Ambos cañones fueron torneados y estriados para que puedan lanzar unas balas finas que tiraban los brasileños. Entonces, lo que el Paraguay hacía era usar las balas que no explotaban para lanzarlas de vuelta a los aliados, ya que no teníamos la tecnología para producir ese tipo de explosivos.

Fabián Chamorro comentó que hubo cuatro cañones principales en la Guerra contra la Triple Alianza: el Acá Verá, Criollo, General Díaz y el Cristiano. El cañón General Díaz fue llevado por los brasileros y lo fundieron para hacer una estatua de uno de sus héroes, por lo que ya no existe.

Según el historiador Luis Verón, el cañón Cristiano tuvo un importante rol en la defensa paraguaya en campañas como la de Curupayty y Humaitá. Tiene ese nombre debido a que varias iglesias donaron sus campanas para fundir sus hierros y crear el enorme cañón, que fue llevado como trofeo de Guerra por el Brasil.

Mientras estos dos cañones se encuentran en la desidia, Paraguay solicita la devolución del cañón “Cristiano” al Brasil, donde, sin embargo, afirmó el historiador Fabián Chamorro, le hacen un tratamiento semanal para que mantenga su color.

“El Cristiano es un cañón que está en un museo de Río de Janeiro, también al aire libre, pero se le hace todo un tratamiento prácticamente semanal para que esté bien cuidado y el sol no afecte su color original, por ejemplo, y estos cañones (El Criollo y el Acá Verá, ndr) están abandonados ahí (en las inmediaciones del Congreso, ndr) hace no sé cuánto tiempo”, añadió.

Esos cañones están ahí desde hace aproximadamente 30 años sin el más mínimo cuidado. Mientras tanto, en Brasil, por ejemplo "no te van a dejar tirar basura dentro o pintar porque te vas a ir preso", según indicó. "Ojalá que un día vuelva el Cristiano pero que vuelva para estar en un sitio especial y no para estar tirado ahí, porque son cañones muy emblemáticos, especialmente el Criollo, que tiene una historia muy importante. No hay ni un solo cartel que diga qué son o de dónde vienen; aunque sea eso tiene que tener”, enfatizó.

“Voy a ser muy irresponsable si digo que está a cargo de la Secretaría de la Cultura, porque podría ser Defensa también; recordate que hay un museo de artillería en el Cuartel de artillería, que está en Paraguarí, por ejemplo. Podrían ser las Fuerzas Armadas también. Sería muy irresponsable decir quién debería velar por eso, pero hay que encontrar una solución, eso debe estar en un lugar cuidado porque son cañones muy emblemáticos", señaló.

“Si ahora te vas a preguntar en los alrededores, a la gente o la Policía que custodia el Congreso no van a saber qué son”, finalizó.

Texto: Graciela Galeano Ovelar - @GracieGaleano_

Fotos 360: Oscar Lescano - @SaintOscar 

Infografía 360: Rodrigo Pujol - @PujolRodrigo