Latinoamericanas, víctimas de la epidemia de violencia

“La gran deuda de América Latina y el Caribe con las mujeres tiene que ver con la violencia de género”, señala el Banco Mundial en su informe titulardo “Una 'revolución estancada' para la mujer latinoamericana”, publicado con motivo del Día Internacional de la Mujer.

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Esto se basa en que datos de ONU Mujeres dan cuenta de que una de cada tres mujeres latinoamericanas mayores de 15 años ha sufrido algún tipo de violencia sexual, lo que alcanza la categoría de epidemia, según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Agrega, sin embargo, que “La buena noticia es que se ha avanzado en la reglamentación de diferentes leyes que reconocen la violencia de género. De hecho, 24 de los 33 países de América Latina y el Caribe cuentan con leyes contra la violencia doméstica”.

Otro apartado del análisis habla de la educación de esas mujeres, que destaca que son las más escolarizadas, pero no las más educadas. “En primaria, los porcentajes de mujeres y hombres que asisten a una institución están en 92% cada uno, en secundaria se registran 78% de mujeres y 73% de hombres; y en educación terciaria, hay 50% de mujeres y 38% de hombres”.

La calidad de educación, no obstante, es baja y a nivel terciario existen diferencias significativas en los campos de estudio.

También se aborda el aspecto sanitario de las mujeres de esta región. Los datos arrojan que aunque la tasa de fertilidad ha disminuido (2,1 nacimientos por mujer en la actualidad), el embarazo adolescente no lo ha hecho al mismo ritmo.

“América Latina tiene una de las tasas más altas de mujeres que dan a luz entre los 15 y 19 años (solo superada por África subsahariana): 63 de cada 1.000 nacimientos son de adolescentes, con números más altos en Centroamérica y el Caribe”.

La explicación, según los expertos, radica en que cuando las mujeres jóvenes quedan embarazadas y abandonan la escuela tienen menos opciones de subsistencia, lo que puede conducir a una mayor dependencia y niveles más altos de pobreza.

En lo que respecta al ámbito laboral, más de la mitad de las mujeres en edad activa está trabajando en Latinoamércia. Sin embargo, el ingreso de la mujer en el mundo laboral parece haberse estancado: desde 2006 la tasa de población activa de mujeres ronda el 51%. Este estancamiento, dicen, “podría deberse a que la tasa de participación ha llegado a su techo y que como muchos hombres se encontraban con trabajo bien remunerado durante el periodo de auge económico, las mujeres decidieron quedarse en casa para dedicarse a otras tareas”.

A ello se le suma que el ingreso masivo de la mujer en el trabajo no fue acompañado de una distribución más equitativa de las tareas domésticas. Esto es lo que los expertos llaman una “doble carga”. Ellas destinan unas tres horas más por día a actividades domésticas y ganan, en promedio, un 10% menos.

Para volver a aumentar la mano de obra femenina es clave mejores políticas públicas. Una de ellas tiene que ver con ofrecer más y mejores servicios de guardería, de acuerdo con un estudio realizado por la Corporación Financiera Internacional.

Finalmente, destacan las posibles soluciones a estas problemáticas, recordando que existen varias iniciativas apoyadas por el Banco Mundial que buscan la manera de cerrar la brecha en diferentes ámbitos, ya que la perspectiva de género está comenzando a ser una parte central de las agendas de los gobiernos.

Se refieren al caso de la campaña “Hazme el paro”, en México, que busca prevenir la violencia y el acoso hacia las mujeres en el transporte público. Por otro lado, en Argentina, con la pavimentación de una ruta en el norte se ha mejorado las oportunidades económicas de las mujeres indígenas qom, quienes instalaron diferentes centros culturales donde venden artesanías y ofrecen actividades turísticas.