Quien calla otorga

En los días posteriores a las elecciones ya empezaron a surgir las incoherencias: electores que sabían que habían votado por tal o cual candidato minoritario que aparecía con cero votos en las actas; actas corregidas burdamente; actas obviamente llenadas de antemano por la misma persona (la misma letra); irregularidades en las mesas (denunciadas en el Senado por el senador Wagner)... ya entonces, para esta ciudadana de a pie, quedó claro que hubo fraude electoral. Me cuestionaba la validez de los resultados de las elecciones.

Con este audio de Iturburo, las dudas se convirtieron en una casi certeza: si se hizo fraude con el Senado, se pudo haber hecho fraude con la presidencia. Es cierto también que al perdedor Cartes le conviene esta incertidumbre: debilita la posición de Mario Abdo como amo y señor de la lapicera. Al igual que algunos, sospecho que Cartes largó el audio. Pero más allá de Cartes, el hecho es que hubo irregularidades y lo más probable es que se haya violado el derecho al voto del pueblo.

Marito y su equipo deben ser los primeros en exigir aclaración y en exigir al TSJE que muestren las actas originales. Llama la atención la actitud del futuro ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor. Se puso muy nervioso cuando le preguntaron sobre el contenido del audio. Pero lejos de indignarse ante los indicios de tan tremendo quiebre de seguridad interna en la República –violentar la voluntad popular– su reacción fue ponerse a la defensiva y minimizar la situación. Estaba mucho más interesado en defender la infalibilidad del proceso electoral que en aclarar la situación. ¿Por qué? Porque admitir que el sistema no es perfecto y que se puede hacer trampa puede poner en duda la victoria de Abdo. Pero ya es tarde; ya se abrió la Caja de Pandora y ahora... Abdo debe aclarar cuanto antes la situación. Si no lo hace, su presidencia será de dudosa procedencia.

Olivia González