Estos dos flagelos, que producen una gran cantidad de lesionados, amputados e incluso muertes, tienen además en común la irresponsabilidad en el manejo o manipulación y el consumo de alcohol. En debate en los estudios de ABC Cardinal, el doctor Jesús Marín, jefe de Cirugía de Manos del Hospital del Trauma, indicó que, de los atendidos por percances con petardos, el “82 a 85% de los mayores o jóvenes están con intoxicación etílica”.
En cuanto a los accidentes de tránsito, los motociclistas siguen encabezando las estadísticas de accidentes en las calles. ”En 2014 hubo 3.096 casos de accidentes de tránsito; el 79% eran motociclistas. Cada año, por día fallece 1,6 motociclistas, según el informe de la agencia de Tránsito”, indicó por su parte Mauricio Esquivel, representante de la Asociación Seguridad en las Rutas (SER).
De hecho, el Hospital del Trauma ayer dejó un mensaje directo a los motociclistas para evitar este verdadero flagelo. Esquivel indicó que, viendo las estadísticas, prefieren hablar de “percances de tránsito” y no de accidentes, ya que justamente la mayoría ocurren no por hechos fortuitos, sino por por el consumo excesivo de alcohol. “Manejo y consumo responsable no existen juntos; si se toma, directamente no se tiene que conducir”, insistió Esquivel.
Con respecto a los accidentes con pirotecnia, principalmente con niños, aquí se suma la imprudencia de los padres por la falta de recaudos en la manipulación. “Hay veces que vienen que los accidentados en brazos del padre o la madre y escuchamos que se están echando la culpa entre uno y otro. Desde mi punto de vista, cuando están en la parte de festejo se deja de lado a los niños. Y las bombas en varias ocasiones no se las dan los padres, sino que han conseguido por ahí, a escondidas de los padres, y estos se enteran después de haber ocurrido el hecho”, dijo el Dr. Marín, según su experiencia de más de 20 años en el servicio.
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Los accidentes con pirotécnia pueden producir quemaduras e incluso pérdida o lesiones permanentes en miembros como manos, ojos y oídos, entre otros.
Como mensaje final, Marín indicó que “por un minuto de diversión podemos tener toda una vida desgraciada. Papá, mamá, al comprar un petardo usted está eligiendo el mal para su hijo. Estamos jugando con pólvora y no existe artefacto pirotécnico que no esté exento de peligro, y que aprendan la lección”. Por su parte, Esquivel pidió “más que nada consciencia. Que tu fiesta no se convierta en una tragedia y que tus familiares sigan estando en tu mesa”.
