Cosechas, ropas, muebles, electrodomésticos y mucho más perdieron aproximadamente 500 familias que fueron sorprendidas por las inundaciones que se registran en San Juan Bautista de Ñeembucú, por el desborde del arroyo Yacaré y el río Tebicuary.
El cura párroco de San Juan Bautista de Ñeembucú, Pbro. Ismael Obregón Olmedo, contó que ahora están intentando hacer almidón, con el objetivo de aprovechar la cosecha de mandiocas.
Relató además que diariamente 200 familias comen en la casa parroquial. Un grupo de voluntarias se organiza para preparar el almuerzo y también por las tardes hacen chipa almidón y cocido negro, ya que se quedaron sin leche.
Ya recibieron alimentos básicos para al menos 1.000 personas y, según el párroco, la Entidad Binacional Yacyretá se comprometió a enviar más víveres para el martes, aproximadamente. Añadió que las familias son numerosas y en algunas casas incluso viven 20 personas y hay muchos niños que se vieron afectados por la situación.
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Las comunidades de Laguna Itá, Otazú y Ciervo Blanco, Costa Rosado y Camba Cua son las más afectadas.
Sobre las principales necesidades, Obregón manifestó que los damnificados necesitan colchones, abrigos y frazadas, teniendo en cuenta el ingreso de las bajas temperaturas. "Tenemos muchísimos niños que vienen a comer a diario", destacó.
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Para llegar a San Juan del Ñeembucú solamente hay dos caminos: la ruta IV, por la cual solo se transita con tractores; el otro es por Tacuara, que tiene incluso “pozos” de hasta un metro de profundidad. El padre Obregón destacó que mañana el Ministerio de Obras Públicas va a trabajar para drenar con tubos dicha calle, a fin de hacerla un poco más transitable.
Actualmente, reciben los víveres con los anfibios, que también son utilizados para evacuar a las personas que necesiten ser trasladadas a algún punto.
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Don Próspero Rojas, de 103 años, es uno de los pocos excombatientes de la Guerra del Chaco que siguen con vida y uno de los pobladores de San Juan Bautista que se encuentran rodeados de agua. Afortunadamente, su vivienda no está completamente cubierta, por lo que todavía se resiste a ser evacuado.
El párroco comentó que este 25 de junio cumplirá 104 años y hoy fueron con un anfibio para realizarle los chequeos médicos y tuvieron que pasar alrededor de 15 portones de acceso para llegar hasta él. La comitiva le llevó víveres y también una enfermera le realizó los chequeos médicos. “Mañana vamos a buscar los medicamentos que necesita”, añadió.
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