El vicesargento Pablo Farías tenía 34 años cuando fue abatido durante una emboscada perpetrada por miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo en Arroyito, hace ya un año. Su padre, Vicente Farías, recordó que Pablo era el sostén principal de la familia y lamentó la brutal manera en la que su vida fue segada.
“Ellos siempre estan expuestos, pero la forma en que los atacaron ese día fue demasiado traicionera y dolorosa”, expresó en contacto con ABC Cardinal esta mañana. Pese a que el Gobierno Nacional, los principales representantes militares y el propio Horacio Cartes aseguraron que no abandonarían a los familiares, hasta ahora las promesas no han sido cumplidas.
“El Gral. Roque Sosa nos prometió que iba a ayudarnos, pero faltan resultados, hasta ahora no pasa nada. No hay información oficial (…) Nos prometieron trabajo permanente”, reclamó don Vicente. Ayer, los familiares de tres de las víctimas, que residen en el Norte, se reunieron para rendir homenaje a los militares abatidos y, según el padre del sargento Farías, todos están en la misma situación ante el incumplimiento de promesas por parte del Estado.
