En contacto con ABC Cardinal, el legislador dijo que tenía la convicción de que cuando recibe notas o pedidos de esta naturaleza por parte de sus colegas, estos están adecuados a la ley y a las normas.
"Él (Javier Zacarías Irún) me envió una nota solicitando los pasaportes y yo rápidamente envié a Cancillería”, expuso.
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Reconoció haber caído en el error empujado por Zacarías Irún, quien solicitó pasaporte diplomático para su hijo mayor, Ernesto Javier Zacarías McLeod. “Con eso no estoy justificando los errores ni las irregularidades”, acotó, ya que reconoce que estaba al tanto que el beneficiario era mayor de edad y este pedido generalmente se concede solo a los hijos menores, para evitar inconvenientes en los viajes internacionales.
Sin embargo, atribuyó este “error” a la carga de trabajo que tiene en su carácter de presidente del Congreso. "¿Quién fue el presidente que tuvo todos los quilombos que tuve yo? La parte administrativa tiene que dividirse alguna vez. Casi la mitad de mi tiempo me paso firmando documentos”, argumentó.
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Insistió en que “fue un error de buena fe, porque me pidieron y yo firmé”.
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Reflexionó que el país vive un momento especial, ya que están sucediendo cosas que no ocurrían cinco o diez años atrás. “Entiendo la sensibilidad de cualquier privilegio que pudiera tener un representante del pueblo. Estamos en un momento realmente complicado y comprendo que deberíamos ser muy finos en todo”, expresó.
Finalmente, habló del controvertido senador Paraguayo Cubas, quien recientemente le propinó un cintarazo a Zacarías Irún, además de protagonizar con frecuencia episodios llamativos en las sesiones. “No creo que Payo Cubas sea sancionado, no hay los votos. Para echarle a un senador necesitás mayoría simple. Para sancionarle necesitas dos tercios”, puntualizó.