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Báez, quien tiene muchos antecedentes de hechos violentos a lo largo de los años, no solamente como ciudadano, también como futbolista y ahora devenido a barrabrava, tras protagonizar una vez más una agresión, fue beneficiado con medidas para evitar la cárcel.
El juez Fernández, nunca tomó en cuenta esos antecedentes y tampoco reparó en el pedido del fiscal Cristian Bernal, quien tras imputar a Báez, por perturbación de la paz pública, pidió la prisión del mismo.
El magistrado optó por aplicarle una fianza y la libertad ambulatoria, solo le puso como restricción no asistir a los estadios, irónicamente, ahora no hay campeonato de fútbol.
La fiscalía encargada de eventos deportivos, compuesta por los fiscales Cristian Bernal y Emilio Fuster, había resuelto pedir la prisión para todas las personas que cometan actos de agresión dentro o fuera de los estadios.
Eso se dio en muchos casos, como por ejemplo el 3 mayo unos 24 hinchas del Sportivo Luqueño fueron derivados a la cárcel por haber protagonizado hechos violentos contra aficionados de Libertad.
El 21 de febrero hinchas de Olimpia fueron imputados por disturbios al final de un encuentro de fútbol por la Copa Libertadores de América, contra Universidad de Chile. Estos jóvenes fueron a parar a la cárcel.
El 12 de abril también se imputó a un hincha de Olimpia que atropelló la sala de urgencias del hospital de Emergencias Médicas, para agredir a hinchas de Cerro Porteño. En todos los casos el juez ratificó la imputación y envió a la cárcel a los violentos.
Sin embargo en este caso, Carlos encuentra el talón de “Aquiles” de la justicia.