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La situación para los pobladores de Yabebyry, en Misiones, y de Laureles, en Ñeembucú, no es fácil. La crecida de los ríos Paraguay y Paraná afectó sobremanera a estos dos y otros sitios del sur del país dejándoles incluso sin nada qué comer.
El padre Ismael Obregón, quien oficia de párroco para ambas localidades, conversó con ABC Cardinal este lunes y dijo que lo que más hace falta son víveres para ambas localidades. “Murieron, por ejemplo, todas las gallinas. Sesenta familias están en estado crítico en Yabebyry. Ayer repartí mandioca a bocinazos a las familias, porque se pueden descomponer. Es una prueba difícil la que están pasando ellos”, refirió el sacerdote.
Obregón comentó también que Emergencia Nacional está asistiendo a los pobladores, pero que tienen muchos problemas de movilidad. “Ayer salieron de las 9:00 de Yabebyry y a las 17:00 llegaron a San Ignacio, que son 60 kilómetros”, dijo.
El cura destacó el optimismo de los damnificados, que luchan por salir de esta trágica situación. “Me dicen: 'Vamos a salir de esta padre, Dios nos va a ayudar'”, recordó.
Las crecidas registradas en el sur del país son normales para la temporada y seguirán en las semanas siguientes. Esto genera una situación crítica, según el gobernador de Misiones.