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La Policía logró detener a cinco presuntos implicados en el crimen: Eduardo Rojas, funcionario del Banco Central del Paraguay (BCP) y docente de la UNA; Sonia López Correa, su pareja; el suboficial de policía Pastor Silguero Añazco y su hermano Juan Silguero Añazco, chofer de ambulancia del IPS; asimismo, el taxista Evert Daniel Samudio Ruiz Díaz.
La fiscala del caso, Cassey Giménez, dijo a ABC Cardinal que la detención de estas personas logró reforzar la teoría en torno al crimen, ya que existe conexión entre todos ellos y cruces de llamadas telefónicas que los vinculan al crimen.
El taxista está imputado en calidad de cómplice, porque, si bien colaboró con la investigación, un día después del crimen recibió y retiró un giro de G. 2.000.000. De acuerdo a la investigación fiscal-policial, el taxista dio vueltas por al menos dos horas y media alrededor del local de Vera Romero, acompañado del presunto autor material, Juan Silguero Añazco. Esto fue deducido gracias a las tomas de al menos 50 cámaras de seguridad de casas y negocios aledaños.
El empresario Diosnel Milciades Vera Romero era propietario de la playa de venta de autos “Neneco Automotores”, pero sus mayores ganancias las obtenía de la usura, de personas que le debían dinero y como garantía dejaban un vehículo o títulos de propiedades.
El móvil del crimen habría sido la exorbitante garantía de una deuda de unas propiedades por valor de más de un millón de dólares.