El penalista Guillermo Duarte Cacavelos afirmó esta mañana que todo el proceso de absolución de los campesinos estuvo mal realizado desde el principio, puesto que el veredicto de absolución “hace a los hechos” y ese juicio está exclusivamente permitido a Tribunales de Sentencia.
El pasado 26 de julio, la Sala Penal de la Corte, integrada por Cristóbal Sánchez, Arnaldo Martínez Prieto y Emiliano Rolón Fernández, resolvió revocar las sentencias de primera y segunda instancia y absolver a los 11 condenados por la masacre de Curuguaty.
Duarte Cacavellos explicó que ningún otro tribunal puede inmiscuirse con la prueba. Por ende, la absolución de la Corte no es válida. “El fallo, en cuanto a las formas, está mal”, aseguró. Acotó, sin embargo, que solo cuestiona este punto y no opinó con respecto a si es justa o no la absolución a los campesinos.
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Ayer, los camaristas emitieron una aclaratoria para ratificar el fallo absolutorio en el caso Curuguaty. Al respecto, el abogado afirmó que se puede aclarar un error material que está en el considerando, pero que no perjudique la resolución.
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“No podemos soportar procesalmente una Sala Penal que se meta en tareas de Tribunal de Sentencia. Yo considero que el fallo, en cuanto a las formas, está mal. Yo puedo coincidir en que es nula la sentencia, es nulo el acuerdo y la sentencia que confirma, pero no puedo concebir que esta sea la solución correcta”, declaró en contacto con ABC Cardinal.
Asimismo, afirmó que no se trata de un error material y consideró que se cambió “a última hora y a las apuradas”, puesto que se modificó el resuelve y no el considerando. “Si analizamos los indicios, esto no fue un error material sino un cambio de sentido del fallo a última hora. Dejaron la posibilidad de pensar que acá hubo algo raro”, agregó.
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“Este fallo hace poco bien a la institucionalidad de la República, deja un sabor de injusticia”, criticó en otro momento.
En junio del 2012, seis policías del GEO y nueve “sintierras” murieron en un enfrentamiento ocurrido en una propiedad del exsenador colorado Blas N. Riquelme, ubicada en Curuguaty. Este hecho incluso derivó en la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.
Los camaristas admitieron la semana pasada el recurso extraordinario de casación presentado por la defensa de los 11 condenados por la masacre y resolvieron revocar las sentencias por las que se los condenó. Gracias a esta medida, todos quedaron libres.