Cada historia de vida es un mundo de situaciones y circunstancias impredecibles que nos sorprenden en lo cotidiano. Recientemente, la vida de Cristina pasó a ser pública a través de los medios de comunicación y las redes sociales. De ser una madre anónima, se convirtió en la “súper mamá”, aunque, quizás con sus limitaciones y con el sacrificio diario de tener que cuidar a 11 de los 20 hijos concebidos en sus 46 años, nunca se percató de que lo era.
Días después del nacimiento de su hijo número 20, el pasado primero de marzo, funcionarios de la SAS fueron hasta la ciudad de Guarambaré, específicamente en el asentamiento 29 de Agosto, donde reside Cristina. En el lugar se aplicó la ficha censal para determinar el índice de calidad de vida, (ICV), a fin de constatar si sus integrantes calificaban para formar parte del Programa Social.
El resultado le permitió acceder al Sistema de Protección Social de Tekoporã, permitiéndole percibir un monto en concepto de las Transferencias Monetarias con Corresponsabilidad (TMC) por los cuatro hijos menores a su cargo. Cabe resaltar que las TMC otorgan a las familias la posibilidad de que los niños accedan a beneficios integrales, tales como una nutrición segura y adecuada, controles pediátricos y una mejor educación.
