Mientras Carla Bacigalupo participa en conferencia internacionales en la India aprendiendo “El arte de vivir” y llevando un viático del Estado que no devolvió sino tras las publicaciones que constataron su mentira, las cárceles del país se caen a pedazos.
La Coordinadora de Sindicatos Penitenciarios denunció el pasado 12 de abril la falta de recursos en las cárceles más importantes de la República. Algo más grave aún: los propios funcionarios afirman que las cárceles no son seguras. “La pérdida de control de la seguridad interna y externa del sistema penitenciario por falta de inversión en la infraestuctura de las cárceles y en especial por los motivos siguientes: vallados perimetrales inservibles, uso de vallados eléctricos que causaron la muerte de reos que intentaron fugarse, la falta de construcción de nuevos pabellones para combatir el hacinamiento en las cárceles, la falta de servicios básicos como agua, cocina, lavandería, canchas, huertas y servicios de salud y la pésima calidad de la comida que se les da a los reclusos son solo algunos de los puntos de la nota enviada”.
Por otro lado, los sindicalistas denunciaron también la sobrecarga horaria de los trabajadores de las cárceles. Denunciaron que algunos hacen guardias de hasta 36 horas de seguido. Así, piden solo turnos de 6 horas y 35 días de vacaciones por año dado el nivel de trabajo que realizan.
La Coordinadora está compuesta por sindicatos del Centro Educativo Itauguá, de las Unidades Penales, de Seguridad Penitenciaria de Tacumbú y los funcionarios de Institutos Penales.
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