Marion J. Gerlach, una mujer de nacionalidad alemana refiere que denunció al Estado paraguayo y al Centro Médico La Costa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por un caso de supuesta retención ilegal dentro del hospital a su esposo Echter Gerlach (79) que ya había sido dado de alta. Además, en su denuncia agrega los delitos de coerción, coacción psicológica y perturbación a la salud de un enfermo grave.
Según la denunciante, su marido ingresó al Centro Médico La Costa el 17 de marzo de 2016, con un cuadro de accidente cerebrovascular isquémico. El 2 de abril, luego de ser atendido, el hombre recibe el alta médica por parte del hospital.
La mujer asegura, a través de documentos que envió, que realizó un pago de alrededor de G. 31.000.000 más una garantía de US$ 2.000. “Pagué siempre todo el dinero que pedían”, aseguró la denunciante.
El día indicado para la salida, sábado 2 de abril por la mañana, la mujer cuenta que pidió un taxi con la intención de trasladar a su esposo hasta su casa. “Nos disponíamos a salir del hospital cuando llegaron tres guardias y me dijeron que él tenía que ir de vuelta a la cama. También me dijeron que cerrarían la puerta de la sala, porque tenía que pagar”, relató Marion. El motivo que le dieron es que no había pagado la cuenta en su totalidad.
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“Claro que iba a pagar. Yo debía pagar casi G. 80 millones. Hice un depósito de 2.000 dólares y lo que faltaba lo iba a pagar después, para eso te ponen una cuenta, para que uno se pueda acercar a pagar al día siguiente. Pero no tienen derecho sin orden judicial a impresionar a una persona mayor así”, refirió la denunciante.
Además, la mujer agregó que no le permitieron pagar con tarjeta VISA, y que le exigieron pagar con dinero en efectivo. “Me dijeron que porque su seguro es en Alemania, él debe pagar prepago y los seguros se encargan de girar el dinero”, continuó explicando.
Según declaró la mujer, además de los guardias de seguridad, luego también llegaron efectivos de la Policía Nacional, quienes le dijeron que “iría a la cárcel”. La discusión duró aproximadamente una hora, durante la cual la ciudadana alemana cuenta que no permitió que reingresen a su esposo al sanatorio.
Marion sostiene que intentó pedir ayuda a los médicos que le habían dado el alta a su marido, pero estos le dijeron que “no podían hacer nada por ella”. “Afortunadamente mi esposo no tuvo un infarto, porque estaba delicado y lo quisieron tratar como un preso”, mencionó.
Por último, la extranjera denunció que el Echter Gerlach no fue aseado adecuadamente durante su tiempo de internación, y agregó que tuvo que poner dos empleadas particulares, pagadas por ella para que se encarguen del cuidado del enfermo.
El Centro Médico La Costa, a través de un comunicado, manifestó a ABC Color su versión. El sanatorio niega que haya retenido al paciente. “Nuestra Institución solo solicitó a la Sra. Marion – quien asumió la responsabilidad del paciente al momento de la admisión del mismo – el pago de los servicios”.
Aclaran que a su ingreso, el 17 de marzo, el paciente y su esposa informaron que no contaban con seguro médico local, sino con uno internacional, que no poseía convenio con el Centro Médico La Costa. “En estas condiciones, el paciente ingresó como particular (sin seguro)”, aclaran funcionarios del sanatorio en su comunicado.
Agregan que informaron a la señora Marion Gerlach sobre las condiciones administrativas del sanatorio, como alternativas de pago por servicios brindados. Afirman que la señora Gerlach aceptó estas condiciones y realizó el depósito de garantía correspondiente.
Mientras transcurrían los días de internación, fuentes del hospital privado aseguran que informaron periódicamente a Marion Gerlach del estado de cuenta, y agregan que la ciudadana extranjera “fue realizando pagos parciales (tres pagos) a cuenta de los gastos generados por la atención brindada”.
Finalmente, el 2 de abril, el paciente recibe el alta médica. Y es en este punto donde el sanatorio aclara que la ciudadana alemana no aguardó al cierre administrativo, un trámite que se realiza con posterioridad al alta médica para poder realizar la liquidación al paciente. “La señora Marion procedió unilateralmente a retirar al paciente sin informar a la enfermería ni a la Institución”, señala el comunicado de La Costa.
Fue por este motivo que al percatarse del retiro “sin aviso” del paciente, personal procedió a buscarlo, hallándolo en la entrada del sanatorio, a punto de abordar un taxi. Fue en ese momento que, según indican, le solicitaron que finiquitara el trámite administrativo. “La misma ingresó hasta el Departamento de Tesorería, molesta y manifestando que no contaba con el dinero para abonar el saldo por los servicios brindados al paciente, pues su tarjeta de crédito poseía un límite”, añade el informe del centro médico.
Ante la situación, indican que le recordaron a la cliente las opciones de pago, pero la misma supuestamente se negó a firmar la documentación por el saldo adeudado.
Buscando en el archivo de nuestro diario, encontramos una larga lista de antecedentes judiciales relacionados con esta pareja de alemanes. El 18 de enero de 2007, este diario publicaba que el juez de garantías Rubén Riquelme había impuesto arresto domiciliario a Marion Jutta Gerlach, quien había sido procesada por coacción al embajador alemán Horst Wolfram Kerll.
La mujer también tiene prohibido contactar a las oficinas de la Embajada Alemana. La denuncia hecha en ese entonces indica que Marion Jutta Gerlach amenazó de muerte en reiteradas ocasiones al diplomático.
En julio de 2007 se manifestó frente a la embajada de Alemania para exigir la libertad de Juergen Hass, quien enfrentaba un proceso por irregularidades en materia de adopción, al adoptar a 30 niños pobres de nuestro país, para cobrar un subsidio del Gobierno de Alemania. En ese momento, se lo conoció en los medios como el “Superpapá alemán”. La extranjera se convirtió en representante de su paisano Jurgen Hass, alias "el Superpapá", en un caso de violación a trámites de adopción.
