Detenida por carta remitida a los Urbieta

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Los investigadores detuvieron a una mujer sindicada como la que remitió una de las dos cartas recibidas por la familia de Félix Urbieta, secuestrado en octubre pasado. La misiva iba firmada por un médico preso que afirmaba tener datos clave del caso.

Una mujer fue detenida por denuncia falsa y simulación de hecho punible, pues sería quien se encargó de entregar una de las dos cartas que llegaron hasta la familia del secuestrado Félix Urbieta, dijo el fiscal Antisecuestro Alberto Torres.

Se trata de Francisca Elizabeth Pana Gómez, oriunda de Santa Rosa del Aguaray y que sería pareja sentimental de Nelson Candia Burgos, compañero de celda de Juan Francisco Viarnes, quien firmó la carta remitida al intendente de Horqueta, Arturo Urbieta, afirmando tener en un dispositivo de almacenamiento (pendrive) copias de conversaciones vía WhatsApp de dos mujeres que asisten logísticamente al grupo criminal EPP.

El fiscal Torres indicó que la mujer será imputada en horas más por simulación de hecho punible y, según los investigadores, solo fue utilizada por los dos internos de la cárcel de Coronel Oviedo para contactar con los Urbieta. Agregó que, tras analizar la carta, descartan que tenga vinculación con el EPP y afirmó que más bien están persiguiendo otro objetivo.

"En la carta no pidió dinero, solo dice contar con datos de supuestos vínculos del EPP. Se trata de Juan Francisco Viarnes, quien era médico de la colonia menonita y cuenta con varios detalles de la zona. Este hombre comparte la celda con la pareja de la mujer detenida y entonces la utilizan. Ella simplemente se encarga de los traslados de los panfletos y la carta", dijo Torres.

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La misiva que llegó a manos del intendente Urbieta tiene fecha del 14 de enero de 2017 y fue dada a conocer ayer, coincidentemente con el anuncio de que el grupo criminal autodenominado EPP aceptaba la disminución del monto en concepto de rescate y que la familia del ganadero pedía nuevamente una prueba de vida de Félix Urbieta.

La aparición de la carta desconcertó a la familia, por el temor de que avivados intenten sacar ventaja de la situación, poniendo en riesgo la integridad del secuestrado.