Garcete, que además es vecino de la familia Dresch y que los acompaña, afirmó que ayer no se registró un nuevo contacto de los secuestradores y esto despierta preocupación. Remarcó que los actores del doble plagio se comunican, por el momento, solo por mensajes de texto.
“Terminó totalmente el contacto, porque yo estuve ayer a la tarde- noche con la familia; estaban expectantes si podían recibir alguna comunicación o contacto, pero ayer ya fue nulo”, dijo y agregó que vecinos y policías realizaron incursiones en bosquecillos de la zona, por si acaso estaban retenidos en las cercanías del lugar del plagio.
“Recorrieron mucho, porque lo que temen los familiares es que estén amarrados por ahí y eso lo que más preocupa, que no hay contacto ni prueba de vida”, insistió. Además, la preocupación por el menor hace que incluso recurran a la fe.
“En sexto grado está el chiquito, causa una conmoción y por eso las Iglesias se unen, tanto católicos como evangélicos, en cadena de oración. En Margarita, Nueva Toledo, Paso Cadena, Santa Ana, los vecinos estamos en eso, pidiendo al Supremo también, porque nos sentimos impotentes al no haber prueba de vida y están pasando los días”, insistió.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Según datos extraoficiales, los delincuentes exigieron el pago de US$ 300.000, a una familia que realmente es trabajadora pero humilde y bastante querida en la comunidad de Nueva Toledo, según remarcó Garcete.
Dresch fue llevado por desconocidos junto con su nieto de 12 años, en el momento en que acudió a un retiro de su propiedad para alimentar al ganado, que es un hato de no más de 40 animales. Dresch trabaja hace años en la zona como administrador de estancia e incluso recuerdan que hace más de 20 años fue una de las personas que lucharon para que la comunidad cuente con servicio de energía eléctrica.
