El conflicto entre el intendente liberal Jacinto González y un grupo de ediles integrados por colorados y liberales, quienes vienen denunciando una serie de irregularidades en la gestión municipal, se acentúo el pasado 29 de diciembre, cuando el jefe comunal atropelló la sala de sesiones y agredió a varios concejales.
Ese día, los ediles María Ortega (ANR), Karina Paniagua (PLRA), Francisco Guillén (PLRA), Diego Marín (PLRA) y Brígido Amarilla (ANR) entablaron una denuncia por privación ilegítima de libertad, coacción, amenaza, agresión y tentativa de robo.
"Hoy nos reunimos para tratar algunos temas urgentes, y para declarar el quiebre institucional porque el intendente no respeta y no reconoce a la Junta Municipal como órgano contralor", dijo la presidenta del cuerpo legislativo, María Ortega. Aclaró que en varias ocasiones solicitaron ver el informe de gestión o los trabajos que se desarrollan, pero que González nunca respondio nada.
"Por darte un ejemplo, no más ninguna ordenanza que nosotros aprobamos fueron promulgadas por el intendente", dijo Ortega.
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Manifestó que ya denunciaron la pésima gestión del intendente ante la Cámara de Diputados para que intervenga la Municipalidad. Denunciaron que no presenta sus rendiciones de cuentas del uso de los recursos comunales y las constantes ausencias del jefe comunal para viajes al exterior sin comunicar a la Junta, entre otros.
Los cinco concejales, más un grupo de ciudadanos, optaron por sesionar esta mañana en el patio de la Casa de Cultura porque el intendente mandó cambiar todas las cerraduras y de esa manera pretende evitar el funcionamiento del legislativo.
Recordemos que el pasado sábado 31 el intendente González agredió a golpes de puño a algunos concejales que estaban colocando pasacalles en que pedían que se respete las ordenanzas de la Junta Municipal y el cese de la prepotencia e impunidad.