Arzobispo Valenzuela: “El trabajo no es un castigo”

El arzobispo agregó que este concepto tiene que ver con nuestras raíces guaraníes. “El trabajo no es un castigo. Muchas veces estando en contacto con nuestros indígenas guaraníes y otros he escuchado esto. Piensan que el trabajo es un castigo que los blancos u occidentales les imponen; claro, porque anteriormente ellos no necesitaban trabajar. Tenían hambre o tenían sed y todo estaba a su disposición, y esto está un poco detrás de nuestra cultura guaraní".

“Muchas veces nos cuesta entender que debemos dar un salto al mundo en el que el trabajo no es un castigo sino un medio de colaborar con Dios en la producción de los bienes materiales para la subsistencia de todas las personas”, señaló el obispo.

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Igualmente, destacó la presencia de la ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo, ya que es la primera vez que un ministro del Trabajo participa de la misa por el Día del Trabajador, "tomando conciencia ante Dios de la riqueza que el Señor nos ha dado porque ha consagrado las obras en nuestras manos".

“Ustedes, como ministerio, están tomando conciencia de la alabanza a Dios. Felicito a la ministra Carla Bacigalupo por su testimonio y su valentía por venir hoy, ya que me imagino la cantidad de críticas que recibirá debido a que el Estado e Iglesia debemos estar separados, pues no es así. Tenemos tres sustantivos: colaboración, autonomía, independencia. Pero la colaboración es indispensable, porque todos somos personas cristianas, somos bautizados y necesitamos de Dios”, apuntó.

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Seguidamente, Valenzuela subrayó la importancia del trabajo formal y que las instituciones responsables dispongan de las condiciones necesarias para que se aplique.

“Cuando este trabajo está hecho según las normas y las exigencias de hoy es lo mejor. Qué bueno es el trabajo formal, pero hay tantos trabajos informales que realmente nos preocupan a nosotros como Iglesia, porque estas personas que trabajan informalmente no tienen seguro social, no tienen las condiciones en el caso de enfermedad y para poder sobrevivir tienen que gastar todo lo poco que reunieron. Qué bueno es el mensaje de que en nuestro país es indispensable la implementación del trabajo formal y que le corresponde al Ministerio del Trabajo impulsar todo lo relacionado al trabajo formal, al trabajo productivo, al trabajo digno que beneficie a todas las familias”, dijo.

También felicitó a todos los presentes y a quienes colmaron la Catedral Metropolitana desde las primeras horas para participar de la misa por el Día del Trabajador. “Felicitaciones para todos ustedes, porque quien ama el trabajo, ama a su familia, ama a sus hijos, porque todo lo que se produce es precisamente para el bienestar de las familias y para que nuestros niños y jóvenes puedan crecer en mejores condiciones educativas, sociales, culturales y religiosas, y para que nuestro país pueda disfrutar de mejores condiciones”, refirió.

Finalmente, pidió que podamos superar las barreras coyunturales y los problemas que tenemos en nuestro país. “Todos lo sabemos y precisamente ahí está el esfuerzo del que cree en Dios, del ciudadano que es católico, cristiano, que con toda la fuerza de su amor trabaja consistentemente cumpliendo bien su tarea, cada uno en su lugar, para crear un mosaico en el que todos estamos construyendo un país mejor. Vamos a pedir para que, a través del Ministerio del Trabajo, nuestro país sea más digno y que todos aquellos sindicalistas, todos aquellos que celebran el Día del Trabajo, recuerden que somos colaboradores de la obra de Dios y que con nuestras manos, nuestra sabiduría, nuestra ciencia y tecnología, debemos mejorar nuestro país. Que así sea”, puntualizó.

En la misa también estuvo presente el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Gustavo Volpe.