Escuela cerró, sueldos siguen

Este artículo tiene 7 años de antigüedad
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ABAÍ. La escuela básica 2998 “Valerio López Vargas”, de San Juan Nepomuceno, desapareció por falta de alumnos, pero Jorge Díaz Verón, docente que enseñaba en dicha institución, continúa cobrando un jugoso salario sin trabajar. Hay otros planilleros.

Hace como tres años que cerró la escuela “Valerio López Vargas”, y sus cinco alumnos fueron reubicados en otra institución escolar cercana.

Actualmente, ni la vieja estructura de madera queda de dicho centro escolar, pero el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) sigue pagando a su docente Jorge Díaz Verón la suma de 4.654.900 de guaraníes, según planilla publicada por el MEC. Este profesor tiene dos rubros y no cuenta con matrícula de docente. Según los datos, ni siquiera sería bachiller, pero cobra como un educador titulado.

Según los datos, Jorge Díaz Verón fue trasladado a una escuela indígena del distrito de Abaí, pero tiene la protección de las autoridades y nunca asistió a su trabajo. Los indígenas no lo aceptan porque “lo único que hace es llevar una guitarra para cantar con ellos”.

Tratamos de hablar con la supervisora indígena de Abaí, Alba Vera, pero ella no atendió su teléfono celular.

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Igualmente, la escuela básica Nº 7261 de la comunidad indígena Viyu del distrito de Abaí alberga a varios planilleros, como Walter Raúl Vergara Roa, quien tiene un sueldo de G. 2.327.495. Vergara Roa nunca apareció por la mencionada comunidad indígena, y además vive en Ñemby. Otro que figura en dicha escuela, con un sueldo de G. 3.503.000, es Óscar Ariel Cuenca Franco.

El director de la escuela básica 7261 de Viyu, Abaí, Aníbal Fernández, dijo que no conoce a su “profesor” Walter Raúl Vergara Roa, y que este nunca apareció por su escuela, al igual que los planilleros Carlos Javier Centurión, marido de la supervisora administrativa de San Juan Nepomuceno, Elva Molas.

También figuran en la planilla Miguel Ángel Villalba Ramírez, este último efectivo de la Policía Nacional y hermano de la excoordinadora departamental de supervisiones, Liliana Villalba de Espínola.

Leer más en: Aparecen más docentes planilleros en Caazapá

Con relación a Óscar Ariel Cuenca Franco, el director Aníbal Fernández dijo que estuvo dos años en su escuela, pero la abandonó, y que informará para que se lo saque de la planilla.

Según los datos, las escuelas indígenas están llenas de planilleros, y nuestras fuentes afirman que una mujer identificada como Sara Roa Vargas es la encargada de conseguir los rubros. Esta mujer es la madre del supuesto docente Walter Raúl Vergara Roa, de Ñemby. Los supervisores de la zona de Caazapá reciben sus tajadas en los primeros meses de sueldo, y después ya se queda el dinero completo para planillero.

Sara Roa, al ser consultada sobre el tema, negó la acusación. Señaló que ella es docente jubilada y que nunca consiguió rubros para otras personas. Con relación a su hijo, dijo que él es docente y que trabaja en un centro educativo de Ñemby.

El supervisor del área indígena de San Juan Nepomuceno y Abaí, Arsenio Larrea, tiene mucho que explicar sobre estas denuncias, pero no atiende su teléfono celular.