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La comisaria Elisa Ledesma, jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, se refirió al caso del suboficial mayor Hugo Arnaldo Amarilla, quien ayer fue detenido por el caso del golpe que dio una banda el pasado 6 de octubre, ocasión en que robaron US$ 17.000 y 50 kilos de cabello valuados en US$ 30.000.
Tras conocerse el hecho, se confirmó que el aprehendido en realidad ya tenía antecedentes penales, entre ellos por tentativa de homicidio y omisión de auxilio, en 2011, además de extorsión, de 2015. Inclusive, el hombre tenía medidas como prohibición de salida del país pero aun así seguía como uniformado activo, cumpliendo funciones en pro de la seguridad ciudadana.
En contacto con radio ABC Cardinal, la vocera de la institución explicó que un juez decidió otorgarle a su camarada algunos beneficios para continuar en libertad e inclusive seguir dentro de las filas uniformadas y cobrando como si nada hubiese ocurrido. “El juez dictó una suspensión condicional de la condena; por ende, realiza sus actividades normales, está trabajando y debe percibir un salario”, argumentó.
La uniformada mencionó que el caso por el cual fue procesado hace referencia a un enfrentamiento que Amarilla tuvo con delincuentes, pero no pudo dar mayores detalles. “En el caso del enfrentamiento tiene una suspensión condicional de la condena y hay otro caso que desconozco, pero me comprometo a averiguar”, detalló. Sobre los hechos de omisión de auxilio e inclusive extorsión, insistió en que “ya eso desconozco. Tengo que ver un poco cómo están los antecedentes”, se excusó.
Sobre el nuevo caso al que ahora se lo vincula, mencionó que ya existe un sumario en curso para determinar el destino del agente. “Esto va por cuerdas separadas; ya la Justicia Policial, a través de un sumario administrativo, y Asuntos Internos, están a cargo del tema”, refirió.
Hugo Amarilla fue detenido la tarde de ayer en el barrio Laurelty de Luque, como sospechoso de estar implicado en el asalto a un local de compra y venta de cabello ubicado en Itauguá. Durante el golpe, perpetrado el 6 de octubre, los malvivientes tomaron a varios rehenes y posteriormente se alzaron con dinero en efectivo y unos 50 kilos de cabello.