Isidora Medina, más conocida como "Ña Taki", inició la tradición de Karai Octubre hace 20 años. Malcriada en la compañía Kurusu Ñuati de este distrito, cada 1 de octubre vestía un gran sombrero, harapos, la barba crecida, una bolsa colgada en la espalda y apoyada en su viejo bastón, salía a recorrer las casas de sus familiares y amigos.
Actualmente, Isidora tiene 74 años y decidió viajar a Argentina para vivir con sus hijos y seguir un tratamiento médico. Por este motivo dejó la tradición hace un año.
Hoy, motivada por esa misma tradición, Smilce Rodríguez, de 40 años, sobrina de "Ña Taki" reavivó a Karai Octubre y acompañada de sus familiares salió a recorrer casa por casa donde fue muy bien recibida. Los vecinos colocaban sus ofrendas en la olla que cargaba el personaje, como ser pan, fideos, arroz, granos, entre otros, para que lo comparta con sus hijos.
"Para nuestra familia es muy importante que la tradición que inició con mi tía no se pierda. Sin dudar decidí hacer esto que es tan lindo, que es recordarle al Karai Octubre, espantar la miseria y traer la abundancia en los hogares. La gente sigue creyendo y teniendo esa fe que cuando Karai Octubre visita su casa, el lugar se llena de abundancia. Tengo el total apoyo de mi familia y quizás mis hijos o sobrinos sigan después", dijo Smilce Rodríguez.
Al culminar la caminata, bajo un majestuoso mangal ya estaba servida la mesa con el tradicional jopara y abundante mandioca.
El historiador y chef paraguayo Vidal Domínguez Díaz, propietario del restaurante Kamambu tembi’u Paraguay y autor del libro Orígenes de la gastronomía paraguaya, fue entrevistado por la revista Gastronomía, sobre el origen de este plato tan popular que se consume cada 1 del décimo mes del año.
Relató, que los jesuitas crearon esta leyenda del Karai Octubre, que es un ser que se acerca a las casas y mira por las ventanas y si no ve que hay una olla con porotos y con locro blanco, por tanto, es como si fuera que echa una maldición de miseria para los meses venideros.
"Esa es la razón por la que los jesuitas crearon esta leyenda, para que los nativos guardaran los granos suficientes para tener en los meses que no hay buena cosecha. De allí viene esta costumbre que se afianzó en el Paraguay y todo el nordeste argentino también, en donde hay que tener cuidado porque el Karai Octubre tiene que encontrar que hay una olla con locro y poroto y un guiso encaldado, que se prepara todos los primero de octubre, porque si no, es como que te echa una maldición y eso ya se queda ahí; en esa casa se queda la miseria”, explicó el profesional.
01 de octubre de 2018 - 04:10
Karai Octubre dejó abundancia en los hogares luqueños
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