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La gigantesca pérdida de agua fue captada en la mañana de este lunes por un equipo de ABC Color; sin embargo, se menciona que se trata de un problema que persiste desde hace algunos días.
Inicialmente se trataba de una fuga de menor proporción que, posteriormente, fue ampliándose hasta convertirse en un gran “géiser”, que igualmente se constituye en un verdadero derroche de dinero.
Los caños rotos representan una problemática recurrente -y aparentemente sin solución a corto plazo- en el sistema de la aguatera estatal. Para graficar el punto, vale mencionar que en la misma zona donde hoy se constató la enorme fuga -Pa'i Pérez y Santo Domingo-, ya hace poco más de tres semanas se había denunciado una pérdida de tales características, aunque de menores dimensiones.
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Desde la misma Essap se había informado que las cañerías rotas y las conexiones clandestinas representaron una pérdida de US$ 150 millones para la estatal. De esta manera se habla de un perjuicio de casi US$ 30 millones al año, monto que en un 50% correspondía justamente a las constantes averías en las cañerías, de acuerdo a datos facilitados por los mismos funcionarios de la entidad.
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Del total de agua procesada en la planta de Viñas Cue, se estima que el 47% terminaría constituyéndose en agua perdida, no facturada, por ambos factores mencionados (conexiones clandestinas y caños rotos).
El anterior titular de la Essap, Osmar Sarubbi, había reconocido que la institución prácticamente “hace aguas”, ya que se habla de nueve caños rotos cada kilómetro, cuando lo aceptable es de solamente dos.
Usuarios de la aguatera constantemente denuncian fugas de agua, que se repiten aparentemente debido al estado añoso de las cañerías, entre otros factores. Sobre este punto, un reclamo que se repite periódicamente es la tardía reacción de los funcionarios a la hora de reparar las averías.
Paradójicamente, mientras se desperdician miles de litros en algunos puntos, pobladores sufren el corte del suministro o problemas de presión de manera recurrente. Anoche, varios barrios de la capital quedaron sin provisión por un inconveniente en la planta de Viñas Cue.
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Igualmente, pobladores de Capiatá denunciaron que debieron pasar las fiestas de fin de año sin el vital líquido, aunque, en este caso, el inconveniente tuvo que ver con la Junta de Saneamiento local.
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