Amarilla, ¿“líder” o traficante emergente?

El senador Dionisio Amarilla se calificó de “líder emergente” dentro de su partido, motivo por el cual -según él- es atacado por la prensa; sin embargo, lo único emergente es su sospechosa fortuna e indicios de traficar influencias a favor de amigos.

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Según el senador, señalar las contradicciones en que cae al relatar su versión de la reunión donde se intentó sobornar a un periodista para frenar publicaciones sobre un presunto negociado en IPS es una “apreciación objetiva, como siempre proviniendo del medio que me ataca porque soy un líder emergente que no se arrodilla desde el Partido Liberal Radical Autentico (sic)”.

Pese a las grabaciones de la reunión donde se ofreció dinero y beneficios al periodista Juan Carlos Lezcano para “desinflar” denuncias y antecedentes, como que en 2016 ya “operaba” a favor de la empresa de su amigo Óscar Chamorro Lafarja, solicitando informes contra empresas competidoras, el legislador insiste en que supuestamente no hubo intento de soborno.

“Cuando nosotros estuvimos en esa mesa donde acompañé a mi amigo Óscar Chamorro -al que nunca negué- no se habló de IPS, no se habló de licitaciones de seguridad, no lo conozco al presidente, le conozco a la gente de su directorio (...) No sabía siquiera los detalles de esa licitación por más que se haya publicado en un medio de comunicación, porque ese medio yo hace rato no lo leo”, justificó Amarilla.

Esa es apenas una de las contradicciones del legislador, ya que en la conversación con Chamorro, Lezcano y la encargada de comunicación María Luz Peña, Amarilla ya habló sobre el empresario amigo que llamó a otro amigo para mediar por el problema que le estaban generando las denuncias periodísticas. “Le llamé también y me dice: 'No, tiene que solucionar lo mediático o si no le cortamos'”, dijo Amarilla sobre la respuesta que le dio su “amigo” al que nunca identificó.

Otra contradicción es sobre por qué participó en la reunión si supuestamente tenía una animadversión contra Lezcano. “Quedé helado, la primera sensación que tuve es meterle una trompada a este farsante (Lezcano)”, dijo Amarilla hoy. Sin embargo, la primera vez que se lo entrevistó tras divulgarse las grabaciones dijo que “no conocía” a Lezcano.

“Yo no necesito influenciar en ese muchacho y me enteré en estos días antecedentes no santos”, dijo atacando al periodista, al que por cierto ya entabló una querella por difamación y calumnia y pidió a la justicia eliminar los videos en que se evidencia su participación en la reunión.

Hizo un intento de “cháke” contra sus colegas, que justamente deben definir un pedido de pérdida de investidura en su contra. Sin embargo, luego intentó negar que presione a sus colegas para salvar su banca.

“La gente dice que la Constitución Nacional no solamente prohíbe el tráfico de influencias sino que establece inhabilidades. Hay colegas que al aire dicen que van a trabajar a sus estancias; yo no entré nunca en el mundo de la politiquería, porque las inhabilidades previstas en la Constitución Nacional hablan de que solamente podemos dedicarnos a la docencia y la investigación, y trabajar en estancias no es docencia ni investigación, pero yo no soy carroñero”, disparó.

Negó que esté utilizando la negociación por la mesa directiva para evitar que Colorado Añetete apoye su expulsión. “Felicito al presidente de la República, que ha cancelado la licitación de IPS y que se baraje todo de vuelta”, agregó, queriendo ahora supuestamente transparentar, ante las denuncias que antes quiso “desinflar”.

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