Además del mensaje de texto vía WhatsApp donde supuestamente Julio César escribe "Estoy llorando, ya me quiero ir a mi casa", se envió también una fotografía. Al ser consultado donde está, responde que no sabe en donde, pero que es en "una casa en medio de una campaña y que ya lo golpearon bastante". La conversación fue con un vecino cercano de la familia.
En la fotografía aparece el adolescente supuestamente llorando, sin embargo llama la atención de los investigadores que no existan rastros de golpes en el joven, según se puede ver en la foto que se envió y que además el teléfono esté constantemente conectado por lo que se maneja la posibilidad de que sea un autosecuestro.
En contacto con radio ABC Cardinal, el subcomisario Lúcio Ramírez indicó que están detrás de las evidencias para descartar que se trate de un secuestro.
Los trabajos de inteligencia, si bien se manejan de manera muy hermética, se centran en la zona de J. Eulogio Estigarribia (ex Campo 9), en donde la Policía detectó esta mañana la señal del teléfono del joven.
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Por otro lado, los vecinos del adolescente descartan la idea de un autosecuestro, pues Julio Cesar no es "farrista", no necesita dinero, sino más bien es un deportista que juega en el Club 8 de Diciembre de Caaguazú.
Julio César está con paradero desconocido desde la madrugada del lunes, cuando salió con destino a su puesto de trabajo, pero nunca llegó.