A través de un extenso comunicado dado a conocer tras una marcha desde la Plaza de los Desaparecidos hasta la Plaza de la Democracia, varias organizaciones sociales sentaron postura sobre los desafíos pendientes tras estos 30 años de democracia en el país.
Tres son los pilares fundamentales, pero las exigencias particulares son innumerables. Se destaca el reclamo al gobierno del refuerzo de la memoria histórica sobre los crímenes de la sangrienta dictadura, sobre todo incluirlo formal y efectivamente en la malla curricular. Incluso los hechos más recientes.
También se hace mención directa a la exigencia de aprobación de leyes como la siempre controvertida Ley contra toda forma de discriminación o por ejemplo la derogación de la ley de militarización en el norte del país y otras que –según denuncian– permiten los abusos sobre todo contra los campesinos.
"A 30 años de la caída de Stroessner el desafío es derribar al stronismo, hacer memoria, enjuiciar a los responsables del saqueo y el terrorismo de Estado, recuperar las tierras y bienes robados al pueblo, construir poder popular en unidad para avanzar en conquistas democráticas que posibiliten condiciones para la felicidad colectiva", indica el comunicado al igual que las organizaciones firmantes se comprometen a "luchar y construir organización en el campo y la ciudad para acabar con la herencia stronista y construir una sociedad democrática, justa y plural".
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El documento además hace un extenso relato de hechos que se sucedieron ya en la época democrática, donde consideran se vieron atentados los derechos básicos de los compatriotas. Entre ellos citan la masacre de Curuguaty.
La crítica es especialmente dura contra las principales organizaciones del Estado, por supuestamente estar subordinadas aún a los poderes "stronistas" que persisten, e incluso contra el presidente Mario Abdo Benítez, al que califican como presidente, fruto de un "proceso electoral viciado".
"A través de un proceso electoral viciado, Mario Abdo Benítez –hijo del secretario privado de Stroessner– es en la actualidad Presidente de la República. El Partido Colorado no ha hecho un reconocimiento de corresponsabilidad por las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura stronista, ni ofrecido disculpas públicas a las víctimas", agregan.
"El Poder Judicial, la Fiscalía y las fuerzas policiales y militares constituyen el aparato represivo que defiende esta estructura de poder violatoria de los derechos humanos de la población. Desde dicho aparato se garantiza la impunidad de los poderosos y se criminalizan las luchas sociales", acusan.
Entre las cuestiones puntuales que exigen en favor de una "democracia real", mencionan el "enjuiciar y castigar penalmente a los responsables de las violaciones a los derechos humanos", sobre todo a "responsables de violaciones y esclavitud sexual durante la dictadura, en particular, contra niñas, niños y adolescentes, y reparar a las víctimas" y también "establecer la obligatoriedad en el plan común de la educación escolar media de la asignatura 'Autoritarismo en la historia reciente del Paraguay'".
Entre las leyes, piden "aprobar una Ley contra toda forma de discriminación" y en contrapartida "derogar las leyes de militarización (2013)" y "antiterrorista" (2010), al igual que "derogar el 'Plan de Acción Conjunta para casos de hechos punibles de invasión de inmueble ajeno' entre el Ministerio del Interior, la Fiscalía General del Estado y la Comandancia de la Policía Nacional, por el cual se facilita la comisión de desalojos ilegales que dejan en la calle a cientos de familias indígenas, campesinas y periurbanas".
También insisten en el retiro de todos los sitios públicos de placas que recuerden al régimen y al dictador Alfredo Stroessener y además mantener y fomentar los espacios de memoria histórica de la época de la dictadura.
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Miembros de diversos grupos sociales desde tempranas horas –tras una tensión inicial con la policía– se congregaron en la Plaza de los Desaparecidos, desde donde marcharon por el microcentro en nutrido número. Ya en el sitio de destino, realizaron una serie de actividades artísticas, como por ejemplo la interpretación de música a cargo de Ricardo Flecha, o la teatralización de escenas para representar los diversos y cruentos métodos de tortura que se realizaban sobre todo en la tétrica Comisaría 3ª.

