Paraguaya muerta en España: dolor y confusión en la familia

La familia de la paraguaya muerta a puñaladas el sábado, en un confuso hecho en España, confirmó que la víctima estaba con siete meses de embarazo. Aunque se habla de asesinato, los allegados también manejan la versión de un supuesto suicidio.

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Ilsa Mereles Caballero, de 29 años de edad, es la paraguaya que falleció el sábado en un confuso hecho en el municipio de Hoyo de Manzanares, Madrid. Por este caso fue detenida como sospechosa la hermana de la víctima, identificada como Wilma Elizabeth Mereles Caballero, de 40 años de edad.

Los primeros informes llegados desde España señalaban que la víctima fue apuñalada por su hermana luego de una discusión cuyo trasfondo hasta hoy se torna poco claro. Meider Mereles Caballero, de 24 años de edad, hermano de la víctima y de la presunta victimaria, dialogó con ABC Cardinal, ocasión en que reafirmó que ni siquiera la familia tiene muchas informaciones sobre qué pasó realmente en aquella vivienda en la Madre Patria.

“La verdad que no sé ni qué decir; estamos con un inmenso dolor, estamos todos destrozados en la familia”, expresó. Indicó que los padres y hermanos esperan tener más detalles de las autoridades, ya que hasta ahora la comunicación con Wilma se torna complicada. “Todavía no sabemos qué pasó, estamos esperando noticias; Wilma está detenida como sospechosa y todavía está incomunicada”, refirió.

Comentó que tras su detención, su hermana solo tuvo acceso a una llamada telefónica, que la usó para comunicarse con otra hermana también residente en España. Eran cuatro las hermanas en Europa; además de Wilma e Ilsa: Asunción y Mirna Mereles Caballero. “La otra hermana, Asunción, está fuertemente shockeada; (Wilma) habló con Mirna”, precisó.

Con respecto a qué datos pudo recabar la familia de aquella llamada telefónica, Meider insistió en que todos están incomunicados. “Mi hermana que habló con Wilma está shockeada, poco o nada dijo; dijo que ' no sé qué pasó, no sé todavía qué pasó'”, manifestó. El hermano aseguró que los pocos informes que se manejan hacen referencia a dos hipótesis manejadas por los investigadores en España: “Se manejan dos hipótesis: una que esto fue un suicidio y la otra, que fue un asesinato, un homicidio”.

Con respecto a qué sospecha la familia, consideró que la versión del suicidio “aliviaría un poco” el dolor, ya que se descartaría la eventual responsabilidad de Wilma. “No quitaría el dolor inmenso de la pérdida de nuestra hermanita, pero aliviaría un poco más la pérdida”, refirió. Meider evitó adoptar postura alguna sobre el posible trasfondo y se limitó a señalar que “todavía sigue la investigación” y reafirmó que la familia está expectante. “Nada puede afirmarse; me decían que fue un suicidio y yo estaba feliz, pero ahora digo que nada está afirmado porque las investigaciones siguen y saldrá a la luz si fue suicidio o si fue homicidio”, indicó.

Sobre el eventual trasfondo pasional, como se mencionó en algún momento, el hermano negó categóricamente tal posibilidad. “Es difícil que haya sido algo pasional; la pareja de mi hermana Ilsa no hablaba español (…); mi hermana Ilsa vivía en Bélgica y mi hermana (Wilma) estaba en Madrid”, afirmó.

Según detalló, Wilma vivía en la casa de Ilsa, en Madrid, quien a su vez en realidad residía con su pareja en Bélgica. “Ella (Wilma) vivía sola en la casa (en España) e Ilsa venía cada mes para mirar, arreglar a su casa y se iba otra vez a Bélgica”, precisó.

Comentó que Ilsa vivía en Europa desde hace ocho años mientras Wilma se encontraba en España desde hace apenas tres meses.

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