Allí, una niña de sólo 2 años se electrocutó al pisar un cable pelado mientras jugaba y se encuentra internada en UTI, en delicado estado. Funcionarios municipales “parcharon” el error en esa plaza, pero en todas las áreas verdes remozadas últimamente, el sistema de iluminación es igualmente peligroso.
La plaza, ubicada frente al Obispado local y sobre la avenida Alejo García, está cercada y permanece cerrada por la noche, pero de día es un punto habitual de encuentro de niños de distintas edades. Los alumbrados públicos y los reflectores que iluminan árboles, tienen a sus pies una cavidad en el suelo donde se encuentra la instalación eléctrica. Uno de esos cables, pelados, es el que pisó el domingo último, Sara Insfrán, de sólo 2 años de edad.
La mamá de la niña, Claudia Torres, intentó socorrer a Sarita pero también se quedó pegada a la electricidad. Un testigo, con un palo de madera, las rescató. La abuela, Elida Torres, contó que la pequeña dejó de respirar durante quince minutos, pero los médicos la volvieron a la vida. En una sala de cuidados intensivos se encuentra actualmente internada, con pronóstico reservado pero respondiendo al tratamiento, en el Hospital Los Ángeles.
Los técnicos de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) Damián Navarro y Pablo Cañiza, verificaron este martes la conexión eléctrica de la plaza y encontraron deficiencias.
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Al tiempo de deslindar responsabilidades porque no se trató de una conexión realizada por la entidad, Cañiza explicó que los cables colocados para alimentar reflectores y alumbrados “no son los adecuados para usar en la parte subterránea porque son de fácil deterioro. Se necesitan cables más gruesos, con mayor protección. Además, la parte del reflector con la alimentación de la línea se empalmó hacia afuera y podían haber dejado tapado, hacia dentro”.
Precisamente, en el lugar donde ocurrió el accidente del domingo, funcionarios municipales realizaron un intento por “parchar” el error. El cable con el cual se electrocutó la niña fue cubierto con cinta plástica y el reflector que era alimentado por ese cable, se extrajo. Además, en otros reflectores y alumbrados de la plaza era notorio que se habían colocado, después de lo ocurrido, tapas de cemento que cubrían las cavidades del suelo donde se encuentran las instalaciones eléctricas.
Las cavidades con energía eléctrica se encuentran bajo los alumbrados que están al lado de las hamacas y toboganes para niños en la plaza Van Aaken, pero es también el mismo sistema con que se están iluminando la Plaza de la Paz, el Parque Chino, el ex aeropuerto Alejo García, el Parque Verde.
Todos los espacios verdes citados fueron hermoseados recientemente por la Municipalidad local, a cargo de la intendenta Sandra Mc Leod de Zacarías (ANR), a través de obras concesionadas en abril del 2014 a las empresas, María Ana Construcciones, Lainuz S.A. y Alpe. En total se invirtieron G. 10.800 millones.
Alpe también tiene a su cargo las mejoras introducidas alrededor del Lago de la República, donde el sistema de iluminación es el mismo que el utilizado en la plaza Van Aaken. Tanto concejales opositores como pobladores esteños vienen criticando hace tiempo la mala calidad de los materiales de construcción que se están empleando en estas obras, pero hasta el momento, la Municipalidad no intervino para prevenir accidentes como el ocurrido con la niña.
En la Comuna responsabilizaron de la electrocución de la pequeña a vándalos que intentaron robar los cables, sin tener en cuenta que la plaza está cerrada con candado por las noches. A la vez de informarse que el sistema eléctrico del lugar sería verificaron, se dio a conocer que la Municipalidad estaba asistiendo económicamente a la familia de la niña.
