El evento en esta vivienda ya es un clásico, pues esta familia de artesanos realiza el pesebre desde hace más de 25 años. Queda exactamente en el ramal Marcial Samaniego, que une las ciudades de Itauguá e Itá.
En estos días, las puertas de la casa familiar están abiertas para todas las personas que deseen contemplar el trabajo. La novedad de este año es que la obra artística fue inspirada en el retablo que había preparado el arquitecto Koki Ruiz, en julio pasado, para la visita del papa Francisco. Incluso, el pesebre fue declarado de interés cultural por la administración municipal que culminó su periodo.
El pesebre está montado sobre una superficie de 12 metros de largo por seis de ancho. El techo está cubierto de ñandutíes y tiene detalles de encaje ju delicadamente acoplados a la composición. Las piezas que representan al Niño, a la Virgen María, a San José y los demás integrantes del pesebre son de un tamaño considerable.
Durante una visita de ABC Color a la casa de los Sánchez, doña Ramona, la principal impulsora de esta tradición familiar, nos contó que, en un principio, no se animaban a realizar el pesebre de retablo, si bien les encantaba la idea. “El problema es que ninguno de nosotros sabe diseñar. Pero justo entonces apareció un amigo, el Ing. Agr. Randy Wiebe, y se ofreció a hacer el diseño. Allí ya nos pusimos a trabajar”, recordó. Antes de poner manos a la obra, ella misma se comunicó con el artista Koki Ruiz y le pidió autorización para emular el retablo. “Es derecho de autor y eso hay que respetar. Afortunadamente, no tuvo ningún inconveniente”, contó la dueña de casa.
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Tan solo durante la jornada ayer, 25 de diciembre, el pesebre fue visitado por alrededor de 1.500 personas, entre las que se encontraban aproximadamente 300 niños. “Tengo más o menos un cálculo de la cantidad de gente, porque acostumbramos a entregar paquetes de caramelos a todos los chicos que vienen. Yo preparé 200 paquetes y para antes de la noche ya se me terminaron. Por cada niño, venían como cuatro adultos. Realmente fue increíble la cantidad de gente que pasó por acá”, contó Ramona, orgullosa.
Si bien ellos, como familia pequeña, hacen el pesebre desde hace más de 25 años, la tradición está en la familia desde hace 60, pues proviene de la abuela. Casi todos los años se rompen las piezas, las reponen, pero la gran mayoría se viene almacenando desde hace décadas.
La construcción comenzó en setiembre y las puertas de la casa de los Sánchez estarán abiertas hasta el 27 de diciembre. Tras tomarse un pequeño descanso, volverán a abrir desde el 30 hasta el 2 de enero. Nuevamente descansarán por unos días para hacer un cierre final con celebración de misa el 6 de enero, Día de Reyes. Por cierto, ese día también acostumbran a entregar juguetes a todos los niños, por lo que doña Ramona pidió colaboración a todas las personas de buen corazón que deseen donar regalos.
Por último, Ramona agradeció por la difusión en las redes sociales, que hace que su trabajo sea visto incluso a nivel internacional. Al terminar las fiestas de fin de año, están considerando la idea de trasladar el pesebre hasta la Escuela de la Cultura, perteneciente a la Municipalidad de Itauguá, donde desean que sea expuesto permanentemente.
