El médico Carlos Ortellado, director del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, informó que el móvil de salud de la dirección a su cargo logró atender durante la caminata a 160 personas con presión alta (hipertensión), en su mayoría personas que superan los 50 años.
Manifestó que esta circunstancia predispone a derrames o infartos, patologías que se generan a partir del esfuerzo físico al que son sometidos los pacientes. “Estas son personas que no tomaron su medicación, no se hidratan, pierden líquido o comen alimentos con mucha sal”, manifestó el profesional.
Para someterse a este tipo de esfuerzos físicos, es necesario estar en óptimas condiciones. Además, se recomienda vestir ropas cómodas y evitar los horarios de pleno sol. Durante la caminata, la persona debe hidratarse en todo momento, y si siente la necesidad de comer, debe consumir productos frescos como frutas y verduras.
Los hipertensos en general deben prestar inclusive mayor atención. La sal en exceso es el enemigo número uno, recordó el médico. Los condimentos naturales como la albahaca y el limón den ser empleados en los alimentos. La administración correcta de la medicación también es fundamental, indicó.
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Además de la gente que peregrinó no estando en condiciones físicas, se vio también a varios padres que llevaron a sus pequeños hijos a caminar bajo el fuerte sol. Las temperaturas fueron altas, sobrepasando los 30º C en horarios de mayor concurrencia de fieles, según reportes del equipo de ABC Color en el sitio.
Sin embargo, fueron varios los padres que siguen trayendo a sus hijos a la hora de hacer las caminatas para “cumplir las promesas”. La gran mayoría cumple el trayecto desde Ypacaraí hasta la Basílica Menor “Virgen de los Milagros de Caacupé”, que son cerca de 19 kilómetros.
