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El inicio del juicio oral en que se debe procesar al suboficial Benito Joel Sanabria, quien fue identificado como el que disparó en el rostro al diputado Edgar Acosta Alcaraz durante las protestas del 31 de marzo de 2017, nuevamente fue suspendido este miércoles, debido a una recusación de la defensa a la fiscala Liliana Zayas.
Según informó la periodista de ABC Color Perla Silguero, el motivo es el odio del abogado Alfredo Sosa Meira hacia la fiscala Zayas, quien había logrado una condena para el hermano de éste, Óscar Sosa Meira, también un agente policial, por haber agredido a un estudiante durante una barrera policial.
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Ahora se debe aguardar a que la Fiscalía General resuelva la recusación, confirmando o no a la fiscala, y ya luego se volverá a fijar una nueva fecha para el juicio.
“Uno es víctima y tiene que pasar por todo esto otra vez. Lo bueno sería que ya empiece y que en el juicio ya se pueda comprobar la culpabilidad o inocencia. Ni siquiera presenté una querella adhesiva, no tengo abogado. Realmente siento mucho que ya no se haga el juicio”, lamentó el legislador al ser consultado.
Acosta recordó que ya en marzo, cuando hubo un primer intento de llevar a cabo el juicio, se alegó que el policía no tenía abogado y se presentó uno nuevo “Es evidentemente para dilatar. Son procedimientos legales pero que molestan”, dijo.
Hasta el momento, el diputado del PLRA ya fue sometido a 11 cirugías: 10 en Brasil y una en nuestro país. La mayoría fueron desde el punto de vista estético y una de la boca para recuperar los dientes perdidos, según explicó el propio legislador en una nota concedida a este medio semanas atrás. Para noviembre está prevista la duodécima, según explicó.
Entre otras cosas, recordó la muerte de su padre mientras él se preparaba para ser operado. “Estuve 116 días con una interrupción de 7 días cuando murió papá. Vine 7 días a Paraguay cuando murió mi papá el 12 de junio. Ese día me iban a operar a las 7:00 y papá murió a las 5:00; me avisaron y tuve que venir. Nunca más le vi ni hablé con él. Eso me duele muchísimo porque yo le prometí ese 31, cuando vine a la Cámara, que iba a regresar a la tardecita. Yo hablaba mucho con papá. Nunca me despedí de él y nunca hablé ni por teléfono por más de que hablaba un poco. Él no escuchaba bien y no quería preocuparlo”, señaló.