El informe de los peritos señala que Richard Pereira no tenía ningún arma de fuego en el momento en que el suboficial primero de la Policía, Jhonie Orihuela, lo disparó en la nuca, en la madrugada del pasado sábado en Asunción.
Los resultados dan cuenta que el único arma que había en el lugar era el que utilizó el agente, destinado en la Comisaría 4° Metropolitana.
Estos datos contradicen el argumento de las autoridades de la citada comisaría, que el pasado lunes presentaron un revólver calibre 22 de procedencia argentina, con seis cartuchos en el tambor, uno de ellos disparado y el resto percutidos, como el arma que supuestamente tenía Pereira cuando fue baleado por el suboficial Orihuela.
Los datos ya fueron entregados a la fiscala Pamela Pérez, quien tiene a su cargo la investigación, informaron fuentes del Ministerio Público.
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El pasado sábado pasado en horas de la madrugada, Pereira huyó de la una patrullera de la Comisaría 4° Metropolitana, en la cual viajaban el comisario Jorge Zárate y el suboficial primero Jhonie Orihuela. El joven detuvo la marcha en un callejón y bajó de su rodado, poniéndose de rodillas ante la orden del suboficial Orihuela, quien sin mediar palabras le disparó en la nuca, según testigos.
A consecuencia del disparo, el joven de 25 años de edad quedó parapléjico. El director del Hospital de Trauma de Asunción, Dr. Aníbal Filártiga, afirmó que la situación médica de Pereira es irreversible.
“La trayectoria del proyectil es de arriba a abajo. Entró en la región posterior del cuello, debajo de la oreja más o menos. Allí tiene entrada el proyectil, de arriba hacia abajo, de delante hacia atrás y de izquierda a derecha”, relató Filártiga. Este proyectil dejó parapléjico a Pereira de la cintura para abajo. “La bala (…) rompe la tercera vértebra dorsal y entra dentro del canal medular. Dentro de la columna vertebral hay un vacío cilíndrico en donde está la médula espinal; la bala entró a ese canal y quedó a nivel de la quinta vértebra dorsal y quedó dentro de la médula. Destruyó esa parte de la médula. Desde el punto de vista médico es irreversible, desde el punto de vista médico racional. Pueden ocurrir milagros pero eso nosotros no podemos precisar”, detalló el profesional.
Este miércoles los compañeros de trabajo y colegas de Richard cerraron la calle Pettirossi, en pleno centro del Mercado 4 de Asunción, exigiendo justicia para el joven.
