Sobornos en Iberoamérica

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El Clan Pujol no solo operó mediante supuestos sobornos en la adjudicación de la obra del superviaducto en Paraguay, sino también en otros países de Iberoamérica. El caso está siendo investigado por la Policía Judicial española.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía de España había iniciado una investigación contra el político español Jordi Pujol Ferrusola, quien supuestamente mediaba ante empresas para lograr adjudicación de obras en países en desarrollo a través de sobornos.

Las documentaciones indican que Pujol había obtenido jugosas ganancias para “vender” la adjudicación a la empresa Isolux, encargada de la obra del superviaducto, en Asunción.

Este mismo método se aplicó a países como República Dominicana, según UDEF, con el apoyo de empresas semipúblicas españolas, en las cuales estaría involucrado el exministro de Trabajo español, Manuel Pimentel, de acuerdo a lo publicado por el diario ABC de España.

La Policía Judicial, según la noticia, también acusa al primogénito del clan Pujol (Josep Pujol) de “sobornar a autoridades locales y de percibir comisiones a través de una operativa que no llame la atención de las instituciones fiscalizadoras en España”.

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En ese sentido, se agrega que las pruebas incluyen “documentación novedosa de dos grandes iniciativas en Gabón y en Paraguay”, y en cuanto a nuestro país, dice directamente que se refiere a la construcción de un viaducto y que el enlace de Pujol Jr. fue Ernesto Manuel dos Santos, “que presume de tener contacto directo con el ministro de Obras de Paraguay y de poder modificar los pliegos de licitaciones”, de acuerdo siempre a lo que dice la Policía Judicial.

Y agrega que “esta operación se produjo en 2014, estando ya Pujol Ferrusola investigado por la Audiencia Nacional por lo que deja claro en sus correos electrónicos que sus comisiones las debe percibir de tal manera que esté ‘protegido ante la Hacienda Pública española’. ‘Si más adelante cambian las cosas, ya cambiaremos los contratos’, precisa a su contacto sudamericano”, en este caso Ernesto Manuel dos Santos.

Dos Santos, efectivamente, aparece en reuniones clave de directivos de la constructora del superviaducto, la empresa española Isolux Corsan, con el ministro Ramón Jiménez Gaona antes de la licitación de la obra, que finalmente le fue adjudicada en 2015 con un contrato de G. 124.210 millones (unos US$ 23 millones). El superviaducto fue inaugurado el 31 de marzo pasado, un año después de haberse iniciado la obra.