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“Desde comunidades en donde viven jubilados hasta asilos de ancianos, los estadounidenses más adultos están girando hacia la marihuana para aliviar sus dolores. Muchos la aceptan como una alternativa a poderosas drogas como la morfina, asegurando que la marihuana es menos adictiva y con menos efectos secundarios”, indica un reportaje publicado en el New York Times que se titula “Cuando la jubilación llega con una dosis diaria de cannabis”.
El artículo se centra en testimonios dados por los adultos mayores en referencia al uso del cannabis como medicina. “Muchos dicen que es el último recurso cuando nada más ayuda”, reza la nota, que hace un especial hincapié en los estados que permiten el uso de esta planta para uso medicinal.
En los Estados Unidos también se da lo que ocurre en Paraguay: muchos usar y adquieren la marihuana por vías no legales pero con el mero objetivo de aliviar dolores. En el país del norte está aprobado para uso medicinal en 29 de los 50 estados.
“Evidencia científica que se acumuló a través del tiempo evidencia su efectividad en tratar ciertas condiciones médicas. Entre ellas: dolores neuropáticos, espasmos musculares asociados con esclerosis múltiples, pérdida de peso no intencional y vómitos y náuseas que surgen tras una quimioterapia. También hubo informes que la marihuana ayudó a gente con Alzheimer y otros tipos de demencia como la enfermedad de Parkinson”, detalla el artículo.
El reportaje hace un recorrido por los centros de cuidado de ancianos y lugares donde viven los jubilados, que son una especie de condominio especial. En algunos lugares se comercializan y aplican las dosis de marihuana a los mayores, y en otros sitios se usan de forma clandestina.
En Paraguay varias personas tratan sus dolencias con aceite de cannabis, que irónicamente hacen importar desde Estados Unidos, siendo que Paraguay es uno de los productores más grandes de la región. El costo de importación de este derivado es bastante elevado, pues cinco frascos se consiguen por valor de G. 5 millones y duran un mes para una persona adulta.
“El estudio de esta posibilidad se halla en vigencia y existen pasos a seguir para considerarlo como algo más que una medicina alternativa. Según experiencias, muchos enfermos soportan el dolor gracias a este preparado”, indicó el ministro de Salud, Antonio Barrios, según una nota de ABC Color publicada en enero.
El artículo del New York Times compila información que favorece el uso de la marihuana en el ámbito medicinal, aunque al parecer lo único que resta de parte de los científicos es determinar las dosis que necesitan las personas de acuerdo a sus respectivas edades.