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El dirigente de los productores recordó que el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Óscar Esteban Cabrera Narváez, no está expidiendo el permiso para la importación de tomate del Brasil ni de la Argentina. Sin embargo, sus funcionarios están "haciendo su negocio" en el Abasto.
Afirmó que en una reunión realizada ayer en el citado centro de abastecimiento le solicitaron la remoción de todos esos funcionarios y de los efectivos del Departamento de Delitos Económicos de la Policía Nacional, que están allí para controlar el ingreso de productos pero “hacen la vista gorda” ante la entrada de tomate de contrabando.
Preguntado sobre qué hacen los funcionarios del Senave de manera irregular en el Abasto, contestó: “Están apostados allí para hacer los controles a la entrada de productos, como el tomate, con el fin de determinar si es nacional o argentino”.
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Sobre el punto, añadió que el “control” que realizan los funcionarios de ambas instituciones del Estado se reduce a una "mirada" al cargamento y lo dejan pasar; después, alrededor de las 08:00, pasan a "cobrar" la coima, que oscila entre G. 3.000 y G. 5.000 por caja de tomate extranjero que dejan ingresar.
Ledesma dijo que también se pidió a las autoridades, especialmente al director interino del Mercado de Abasto, que sea habilitada una menor cantidad de portones: que de siete puertas de entrada queden solamente tres, porque no existe personal suficiente como para controlar de manera más eficaz todos los lugares de ingreso.
En otro momento, el productor comentó que hoy, sábado, amanecieron vendiendo a un mejor precio su producto, gracias al encuentro que mantuvieron ayer con las autoridades del Senave y la Policía Nacional, que ordenaron intensificar los controles del ingreso.
Dijo que funcionó la suerte de “medida de presión” que ejercieron y que están esperando más. Ledesma estima que a partir de este lunes 9 de julio van a alcanzar el precio que están pidiendo, que es entre G. 3.500 y G. 4.000 el kilo, puesto que actualmente perciben entre G. 1.000 y G. 2.000.
“Esperamos que en el transcurso de la próxima semana lleguemos a G. 70.000 u 80.000 la caja, que vendría a ser entre G. 3.500 y 4.000 el kilo”, remarcó.
Preguntado acerca de qué ocurrió realmente en el encuentro de ayer, el dirigente explicó: “Nosotros hemos pedido a las autoridades que hagan más controles sobre el contrabando de tomate, porque hace dos meses el presidente de Senave no expedía más el AFIDI para el ingreso de productos de Argentina y Brasil; sin embargo, seguían entrando y en mayores cantidades, lo que hacía que nuestro tomate quede en finca hasta pudrirse”.