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“Nuestro sector está marginado por ley, por eso exigimos la reforma del Código Laboral y la aplicación de los convenios internacionales que nos protegen”, explicó Marciana Santander, presidenta de la Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico de Paraguay, en conferencia de prensa.
Santander aseguró que la asociación a su cargo recibe permanentemente “denuncias de situaciones injustas de las que son víctimas trabajadoras domésticas”. Estas incluyen despidos injustificados, jornadas laborales de 12 a 16 horas, acoso, entre otros.
Envió un mensaje a las trabajadoras domésticas, asegurando “que no están solas” y que no tengan miedo de organizarse. “Somos 200 mil trabajadoras domésticas y si nos unimos tendremos mucha fuerza", sostuvo.
Por otro lado Librada Maciel, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa, explicó las dificultades de organización de las trabajadoras domésticas por la naturaleza misma del trabajo que las mantiene en ámbitos privados. "Todavía nos falta llegar a las compañeras del departamento porque es grande y hay muchas compañeras que todavía no saben que existimos. Nuestra principal meta ahora es expandirnos", aseguró.
Trabajoras domésticas de Paraguay, Brasil y Uruguay se reunieron el viernes a las 18:00 para llevar a cabo un panel debate “Igual valor, iguales derechos”. Luego del debate dieron una conferencia de prensa. Para mañana, día en que asumen los nuevos legisladores, se manifestarán frente al Congreso, junto a otros sectores sociales.
Las actividades son realizadas con apoyo del Centro de Documentación y Estudios, la organización brasileña SOS Corpo Instituto Feminista para a Democracia y la Articulación Feminista Marcosur, y cooperación de ONU Mujeres y el Fondo Holandés para el Liderazgo y las Oportunidades de las Mujeres (FLOW).
El trabajo doméstico es la puerta de entrada de muchas mujeres al mercado de empleo. En Paraguay, llega a ocupar a una de cada 5 mujeres. En América latina, la regulación legal del trabajo doméstico establece –en la generalidad de los casos- estándares más desfavorables para el sector en relación al resto de los trabajadores.