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“Antes, vos tenías que controlar cinco laboratorios de vacuna y controlar o fiscalizar el trabajo de Fundassa, que es una organización cada vez más especializada. Ahora, vas a tener que controlar los laboratorios, la Fundassa y todas las casas expendedoras”, detalló Manuel Riera, vicepresidente de la ARP, en contacto con ABC Cardinal.
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Sus declaraciones se basan en la decisión del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) de liberar la venta de vacunas contra la aftosa y brucelosis, que hasta la fecha era exclusividad de la Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa). Esta medida fue apoyada por la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
"La ley de Senacsa prevé delegar ciertas facultades que están admitidas por los organismos internacionales; lo que no puede puede delegar es el control", insistió.
Afirmó que esta resolución se debe a que las expendedoras reclamaron su derecho a poder vender, porque hicieron las inversiones y luego les prohibieron comercializar. Ahora podrán hacerlo de nuevo.
Por otra parte, manifestó que en la reunión de ayer con representantes del sector, el ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting, les prometió que se fortalecerán las alianzas público-privadas. "Esperemos que cumpla", acotó.
En cuanto al escándalo de la carne importada sin licencia sanitaria de Senacsa, recalcó que es el presidente de la República, Horacio Cartes, quien debe responder por qué no pagó los platos rotos el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, pero alegó que fue la última institución infringida en este escándalo.
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"El primer control violado fue Aduanas, el segundo control violado fue Senacsa y el último fue el Ministerio de Industria y Comercio", acotó finalmente.