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Volvieron las lluvias al Chaco Central en la madrugada de este sábado, lo que nuevamente complica las comunicaciones y el transporte.
En esta zona del país no existe una red interna de caminos permanentes, lo que entorpece cualquier intento de transporte de personas o mercaderías, como el acopio de leche para su industrialización.
Prácticamente no existen calles pavimentadas, solo algunas localidades tienen sus avenidas céntricas asfaltadas. Todo movimiento dentro de las urbes es complicado o imposible.
La mano de obra se ha reducido sustancialmente y en el campo no se puede trabajar con ganado. Trabajos en jardines de casas también son imposibles.
Todo esto afecta principalmente a los sectores vulnerables de la sociedad, que dependen en gran parte de la mano de obra no calificada.
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En esta zona del país existen varias iniciativas que están recolectando víveres, ropa y frazadas para ayudar a los afectados por las lluvias.
En la zona del río Pilcomayo varias comunidades están aisladas y solo se puede llegar a ellas por helicóptero o desde Argentina.
El gobernador de Boquerón, Darío Medina, que visitó el jueves pasado la comunidad Ychinachat, en la zona Línea 32 del Pilcomayo, pidió que Argentina habilite los pasos para que la Secretaría de Emergencia Nacional pueda entrar desde el otro lado de la frontera hacia territorio paraguayo para atender a la población.
En algunos puntos del Pilcomayo y el Chaco central han caído en poco más de un mes tantas precipitaciones como en todo el año anterior.
El Chaco vive una situación de emergencia y urge construir una red interna de caminos vecinales permanentes y calles pavimentadas en los centros urbanos más importantes como Filadelfia, Loma Plata, Neuland, Mariscal Estigarribia o Villa Choferes del Chaco.